Informe que presentó la Unión Argentina de Rugby sobre el desarrollo del Mundial M21 a la International Rugby Board.
Apoco menos de un mes de la última jornada del Mundial M-21 que se disputó en Mendoza, la Unión de Rugby de Cuyo presentó a los medios el detallado informe que elevó la Unión Argentina a la entidad regente del rugby mundial, la International Rugby Board.
Los números son categóricos, y hablan a las claras de un despliegue operativo propio de un evento que revolucionó la agenda deportiva de la provincia, y seguramente marcará un hito en la historia del rugby mendocino.
Cuando el año pasado, algunos ilusos se animaron a decir que Mendoza podía organizar el Mundial para Menores de 21 años, pocos fueron los que le dieron crédito a semejante afirmación.
Sin embargo, poco a poco, aquella descabellada idea se transformó en realidad, que hoy enorgullece a los mendocinos, tanto como sirve de ejemplo para otros emprendimientos.
El aporte del Gobierno de Mendoza, y el compromiso de trabajo de los clubes, fueron los pilares donde se asentó el proyecto que hoy ha dejado grandes beneficios para todas las partes. Porque así como la provincia vio brillar su nombre en el resto del mundo, los jugadores y la familia del rugby local, disfrutan de las mejoras y enseñanzas que dejó la Copa.
Entre fanáticos, ex adeptos, y completos inexpertos del rugby, a esta competencia mundial se acercaron más de 50.000 personas, a las distintas canchas mendocinas, durante los 20 días de partidos, que se resumieron en 5 jornadas.
Claro que hubo millones que siguieron las alternativas a través de la televisión. El número es récord en todas las ediciones de este torneo, teniendo en cuenta que el equipo anfitrión no participó de la final, y sin embargo los mendocinos acudieron en forma masiva para ver la definición del certamen, en el Estadio Malvinas Argentinas.
No fue tarea fácil
Si bien es cierto que todos los números resaltan un balance altamente positivo, también hay que decir que el éxito no fue tarea fácil.
La estructura híper profesional de los emisarios de la International Rugby Board, así como los de la Unión Argentina, confrontó en muchos casos con todo el amateurismo de los mendocinos, que en definitiva fueron los artífices, puertas adentro, del Mundial.
Pero, lejos de verse superados por la envergadura del desafío, todos los dirigentes y afines involucrados en el Mundial, sacaron adelante una Copa que dio que hablar y que tuvo su repercusión en todos los medios locales, nacionales e internacionales.
Hoy todos se animan a más. Los mendocinos demostraron y se demostraron a sí mismos la capacidad de hacer frente a grandes desafíos. Por eso Mendoza aparece como una plaza real para futuros eventos de la IRB, porque ya sentó un precedente indiscutible.
Fuente: Diario Los Andes – Mendoza