A lo largo de los años, los Bristol Bears se han convertido en uno de los clubes ingleses con mayor vínculo con el rugby argentino. Desde la profesionalización del deporte en 1995, 16 jugadores de Los Pumas han vestido la camiseta del conjunto del oeste inglés, dejando una huella imborrable en Ashton Gate.
Los primeros argentinos en llegar al club fueron Agustín Pichot y Eduardo Simone, en la temporada 1999-2000. El carismático medio scrum no solo se ganó el cariño del público por su liderazgo y estilo de juego, sino que también fue capitán del Bristol y protagonista en triunfos memorables ante Bath.
Su sociedad con Felipe Contepomi, quien se incorporó en 2000, marcó una de las duplas más recordadas en la historia del club. El hoy entrenador de Los Pumas brilló como uno de los máximos anotadores del equipo, destacando en la semifinal del Campeonato de Zúrich 2002 cuando sumó todos los 32 puntos del triunfo ante Northampton.
A lo largo de las décadas, varios argentinos siguieron los pasos de Pichot y Contepomi:
Bernardo Stortoni, símbolo de entrega y popular entre los fanáticos, fue clave en el ascenso del club en 2005.
Mariano Sambucetti, con 172 partidos entre 2005 y 2014, se convirtió en un referente y uno de los jugadores más queridos por la afición.
Gastón Cortés, otro pilar cordobés, sumó más de 120 presencias entre 2012 y 2018, consolidando el legado argentino en el pack de forwards.
En la actualidad, los Bristol Bears mantienen su fuerte conexión con Argentina. El plantel cuenta con cinco jugadores nacionales: Benjamín Elizalde, Pedro Rubiolo, Santiago Grondona, Benjamín Grondona y Matías Moroni, quien recientemente se incorporó al club.
Así, la historia entre Bristol y Los Pumas sigue viva, un lazo que combina tradición, talento y una pasión compartida por el rugby.
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