Ayer por la noche en la sede de la Unión Cordobesa de Rugby, se aprobó por mayoría (7 votos a 3) modificar los aranceles para los pases locales (inter clubes) equiparandolós al mismo nivel que los aranceles de pases internacionales.
Ayer por la noche en la sede de la Unión Cordobesa de Rugby, se aprobó por mayoría (7 votos a 3) la modificación de los aranceles para los pases locales (inter clubes) equiparandolós al mismo nivel que los aranceles de pases internacionales.
Es decir que a partir del 24 de Abril en vez de pagarse un pase $1000 (%80 club, 20% Unión), comienzan a regir los siguientes valores que deberá abonar un jugador a la hora de tomar la decisión de cambiarse de club:
Categoría | Descripción | Arancel | 80% Club | 20%Unión |
A | Jug. Mayor de 21 años PUMA | $15.000 | $12.000 | $3000 |
B | Jug. Menor de 21 años PUMITA | $10.000 | $8.000 | $2.000 |
C | Jug. Menor de 18 años PUMITA | $10.000 | $8.000 | $2.000 |
D | Jug. Mayor de 21 años DOGO | $10.000 | $8.000 | $2000 |
E | Jug. Menor de 21 años DOGO | $7.000 | $5.600 | $1.400 |
F | Jug. Menor 18 años DOGO | $7.000 | $5.600 | $1.400 |
G | Jug. de 1ra División | $7.000 | $5.600 | $1.400 |
H | Jug. no categorizado | $2.000 | $1.600 | $400 |
I | Jug. Torneo del Int. de Córdoba | $2.000 | $1.600 | $400 |
Por tal motivo, Agustín Smidt, ex jugador del Jockey Club de Villa María de acuerdo a dichos cambios, deberá abonar $10.000 a la unión por su pase si quiere seguir jugando. La pregunta es ¿Siendo el rugby un deporte amateur en la Argentina, puede hoy por hoy con la realidad económica que vive nuestro país pagar un jóven de solo 21 años semejante importe por cambiarse de un club a otro (Jockey de Villa María a La Tablada) ? y siendo totalmente realista es una LOCURA. Esto deja en claro que una vez más el rugby de Córdoba en todas sus estructuras, demuestra que algunos dirigentes de nuestra unión continúan siendo muy mediocres en sus pensamientos y que con estas decisiones no hacen otra cosa que destruir en vez de construir.
Si bien es real que si un jugador que se formó en una institución la cual le dedicó tiempo y formación durante muchos años, no quita que los interes del jugador deban seguir ligados al club que lo vio nacer. En cierta manera, es lógico también que el jugador de una forma u otra pueda devolverle al club de origen toda esa dedicación que se le brindo de una manera económica como lo está establecido en la Unión Cordobesa de Rugby desde hace un par de años.
Ahora bien, si un jugador como Agustín Smidt quien con solamente 21 años, consideró que su vida útil en el Jockey de Villa María (club que lo vio nacer) ya cumplió un ciclo y pone en manifiesto que necesita un cambio para poder proyectarse a futuro, tiene el derecho de cambiarse de club cuantas veces quiera. En este caso el ex segunda línea hípico, quien reside en Córdoba capital, al tomar la decisión de cambiarse los colores de su camiseta esta temporada, eligiendo los colores de La Tablada como su nueva casaca, ha generado un revuelo de posiciones en el ambiente del rugby local, la cual nunca se le pasó por la cabeza al ex pumita.
Sin dudas que para Agustín la desición que tomó en cambiarse de club, no fue nada sencillo, está claro que su pase a La Tablada tiene como objetivo principal, mostrarse, seguir progresando en el rugby y así poder seguir dando pasos firmes de cara al futuro y no sinceramente no es ninguna locura. Lo que si es una locura, es la mediocridad dirigencial que hoy por hoy reina en los clubes cordobes que de una manera u otra representan a su institución en la unión, votando un cambio de ara
nceles solamente por el color de camiseta que el jugador va a utilizar y no que sea un cambio con fundamento lógico el cual sirva para mejorar nuestro rugby y no destruirlo.
En definitiva algo que parecía normal en el rugby de Córdoba como fichar a un jugador en un nuevo club, se ha transformado en un gran problema, en una discusión de la cual todos hablan y ponen en tela de juicio pero está a la vista que nadie se preocupó en todo este proceso por hablar y escuchar al jugador siendo este la pieza más importante de nuestro deporte.
Por Martín Quetglas