Cheslin Kolbe recuerda uno de sus mejores momentos en el rugby, el cual lo llevó a la grandeza de los Springbok y lo que se le pasaba por la cabeza antes de su try para ganar la final de la Copa del Mundo 2019.
En el último cuarto del partido, Kolbe recogió una pelota suelta de Pieter-Steph du Toit después de una entrada muy fuerte de Malcom Marx dejando fuera de juego al inglés Henry Slade.
Charlando con Alex Payne y el ex forwards del seleccionado inglés, James Haskell, Kolbe reflexionó sobre ese momento inolvidable.
“Tomé la pelota a todo ritmo y aceleré porque vi a dos forwards cubriéndose y simplemente retrocedí mi ritmo en el exterior”.
Luego, el wing de los Springbok pasó fácilmente por encima del pilar Joe Marler para establecer un mano a mano con el capitán de Inglaterra Owen Farrell.
“Vi a Farrell frente a mí y rápidamente tomé la determinación de pisarle para un lado y para el otro y seguí acelerando. Sentí que los brazos me golpeaban, pero sabía que no me sostenían y entonces era solo correr hasta el ingoal y hacer el try”.
Para Kolbe, ese try fue la culminación de un viaje que comenzó muchos años antes cuando era un niño en las calles de Kraaifontein en Ciudad del Cabo. Habló con emoción sobre las dificultades que enfrentó al crecer.
“Crecí en una comunidad desfavorecida en Kraaifontein, un área conocida por el gángsterismo, el abuso de drogas y la pobreza”.
“Al crecer en una comunidad donde hay oportunidades y exposición limitadas, nunca me imaginé convirtiéndome en un jugador de rugby profesional. Si me hubiera quedado en mi comunidad, podría haber sido un consumidor de drogas o una estadística”.
“Jugar en las calles y escuchar disparos a plena luz del día da miedo. Son cosas que he visto que no me gustaría que vieran los jóvenes que crecen. A menudo te acuestas por la noche y a la mañana siguiente te enteras de que han matado a un vecino o alguien en tu calle”.
Se siente un agradecido por Springbok y por su familia por el papel que desempeñaron para mantenerlo en el camino recto y lejos de una vida de crimen. Kolbe habló particularmente sobre la influencia positiva que tuvo el deporte en su vida mientras crecía.
“Una cosa que definitivamente me ayudó fue crecer en una familia muy orientada al deporte. Mi papá jugó un papel importante en eso y he estado en una cancha de rugby incluso desde que era un niño. Yo era un recogepelotas en nuestros partidos comunitarios. Jugué touch rugby con mi papá y su equipo y creo que eso es lo que hizo crecer mi amor por el juego”.