El juvenil wing de 21 años la rompió este domingo en el 27-7 de Nueva Zelanda a Australia por la Bledisloe Cup. Su actuación hizo recordar a una de las grandes figuras de la historia del rugby. Se fue ovacionado.
En el domingo de Auckland sobrevoló el espíritu de Jonah Lomu, el mítico wing neozelandés que marcó toda una época en los ’90.
Quien se encargó de revivirlo fue Caleb Daniel Clarke, un joven y poderoso wing de los All Blacks que hizo estragos en el segundo partido de la Bledisloe Cup en el Eden Park, donde el local se impuso por un claro 27-7 sobre Australia.
En 2020 su carrera cambió por completo. Mientras se enfocaba para ir con la selección de su país a los Juegos Olímpicos de Tokio, fue convocado por los Blues para jugar el Super Rugby Aotearoa, hizo estragos y por eso, el entrenador de los de negro, Ian Foster, lo convocó a los All Blacks.
🏈 With @NFL back on today, what better time to appreciate this 60 metre gridiron throw from Caleb Clarke?
🎥: @JamieWall2 pic.twitter.com/VagqyzoOVv
— All Blacks (@AllBlacks) October 19, 2020
En el primer cruce de la Bledisloe Cup en Wellington, en el empate 26-26 entre Nueva Zelanda y Australia la semana pasada, ingresó desde el banco y dejó sensaciones positivas.
📽️ We now present you with a Caleb Clarke highlights reel. Enjoy.
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— All Blacks (@AllBlacks) October 18, 2020
El head coach de los All Blacks lo incluyó de titular este domingo para el segundo duelo entre los All Blacks y los Wallabies. Ante un Eden Park repleto por 46 mil personas, Clarke fue figura y se retiró ovacionado.
La nueva joya de los All Blacks se lució en base a su determianción, su potencia y susa avances que hicieron levantar a todo el estadio, mientras su papá Eroni (jugó en All Blacks entre 1992 y 1998, apoyó 10 tries y fue compañero y amigo de Lomu) sonría orgulloso cada vez que la cámara lo enfocaba.
Su acción más determinante llegó a los 5 minutos del segundo tiempo, en una jugada que terminó en try de Ardie Savea: con sus 1,89 metros y 107 kilos, Clarke tomó una pelota de aire en velocidad en las 40 propias y desde allí empezó a voltear y desparramar defensores en una corrida espectacular y endemoniada similar a aquellas que el gran Lomu solía construir.
El estadio completo se puso de pie cuando el wing fue reemplazado cuando faltaban 10 minutos y, seguro, quienes allí estaban tuvieron la misma impresión: ha nacido un nuevo Lomu.
Ahora, desde el 31 de este mes, lo podrán comprobar Los Pumas, en el Rugby Championship que se jugará en Australia.
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