Con las ganas de un juvenil

El talentoso Matt Giteau vio el último Inglaterra-Australia en la tribuna de Twickenham. De vuelta a la selección, el sábado pretende tomarse la revancha de 2003 y 2007.
El pasado otoño, Matt Giteau acudió al hospitality de Twickenham a saludar viejos amigos y tomar unas pintas durante el Inglaterra-Australia que se jugó en la ventana de noviembre. Si alguien le hubiera dicho que diez meses después pisaría ese mismo escenario liderando a los Wallabies ante el mismo rival, no hubiese parado de reirse.
Con 32 años y tras llevar fuera del plantel de la selección tres temporadas, desde que comenzó su carrera en Europa, los días en los que el juego ofensivo de los Wallabies pasaba por sus manos parecían historia. Hace casi un año, bajo la norma de la Unión Australiana que impedía a aquellos jugadores que se desempeñaban en el extranjero ser convocados con la selección, lo más cerca que Giteau iba a estar de un test era en un palco junto con su colega Drew Mitchell.
“Nunca se me pasó por la cabeza, cuando me tomé esas cervezas que estaría aquí de vuelta. Las reglas (de elegibilidad de jugadores), se retiraron”, dice Giteau durante su 33er cumpleaños celebrado el martes.
“En ese momento tenía un fin de semana libre con mi club, Toulon, y vine a trabajar al hospitality. Era mi tercer año lejos de la selección y todo parecía normal para mí. Todo bien, simplemente iba a ver un partido como aficionado. Este fin de semana, afortunadamente, será bastante diferente”.
Segundas oportunidades
Giteau junto con Mitchell y Kane Douglas son los beneficiarios de la decisión de la ARU de relajar las estrictas reglas sobre la elegibilidad de jugadores. El polivalente jugador disfruta ahora de una segunda oportunidad y espera con las ganas de un juvenil a que llegue el sábado para enfrentar por 11° vez a Inglaterra en un test.
Aquellos días en los que el entrenador de patada de los Wallabies lo llamaba “Kid Dynamite” (el chico dinamita) y manejaba a su antojo la línea de backs de la selección, le llegaron de una forma tan natural que reconoce que tomó su lugar en el equipo como algo garantizado.
Consultado acerca de si volver a jugar con la verde y oro significa más para él dijo que “sí, absolutamente. Es algo muy grande. Me siento más agradecido ahora que cuando jugaba regularmente. Es sorprendente que lo tomes como algo garantizado cuando juegas con regularidad con la selección pero ahora que me dieron una segunda oportunidad no lo hago”.
“Son pequeñas cosas, como emocionarte cuando te pones la camiseta. Siento que tengo 20 años otra vez, como cuando debuté. No doy absolutamente nada por seguro ahora y disfruto de la vuelta”, añadió.
“Nuevos compañeros, nuevo ambiente, todo es nuevo. Creo que rejuvenecería a cualquiera”, exclamó el polifuncional jugador que espera comenzar el partido como primer centro y conseguir el cap número 98 de una carrera internacional que arrancó hace 13 años, precisamente en Twikenham.
Disfrutar el momento
“Al año siguiente, en la Rugby World Cup 2003, creo que todo ocurrió demasiado rápido para mí. Jugué un par de los partidos más fáciles y estuve en el banco en los más difíciles. Pero parecía todo muy fácil. Jugué 10 minutos aquí, 10 minutos allí y, de repente estábamos en la final. Perdimos, pero mientras yo estaba devastado por ello, pensé, bien, ya tendré la oportunidad en la próxima. Pero es algo que no pasa tan fácilmente. Es algo que aprendí. Tienes que agradecer por cada partido que juegas y cada uno de ellos es una final”, explicó Giteau.
En 2007 fue, seguro, mucho más decepcionante para el back que en 2003. Y sonríe cuando le recuerdan aquello: “cierto pateador del que no recuerdo su nombre… nos dio una lección de táctica”.
El innombrable pateador es Jonny Wilkinson, quién también partió el corazón de Giteau en la final del Telstra Stadium de Sidney pero con el que se encontraría a su lado, en Toulon, donde Giteau levantó tres copas de Europa consecutivas.
Nadie mejor que Wilkinson para saber lo peligroso que es Giteau para las esperanzas inglesas. Preguntado acerca de si estuvo en contacto con su viejo amigo, Giteau rie: “lo intenté. Lo intenté bastante… pero no, no contesta a mis llamadas esta semana”.
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