Que el viento, que el clima, los mosquitos y el “qué tan grandes serán”. Okay, pero también con una estrategia, juego y mucha, pero mucha defensa, el seleccionado mayor de la Unión de Rugby del Sur venció a Noreste por 45 a 18 y quedó muy bien perfilado para lograr un histórico ascenso en el rugby argentino.
¡Cómo cuesta no ilusionarse con este resultado! Claro, le servirá como colchón para aguantar la reacción que seguramente promoverán los chaqueños/correntinos el próximo sábado, cuando se defina el nombre del equipo que jugará en la elite del Argentino el próximo año.
Ayer lo de Sur fue prácticamente brillante, de no ser porque en el primer tiempo la visita lo dominó en los lines y generó peligrosas ofensivas con el desplegado, una de las que provocó un error en la defensa local y que terminó en el try de Obregón.
Pero Cánepa marcó el rumbo ofensivo de Sur, perforando la primera línea de oposición rival y permitiendo diversas fases de juego. Y el resto quedó en el pie del apertura Marzullo, quien daría inicio a una tarde efectiva y definitoria.
En el complemento, con el ingreso de Mariani en la segunda línea, el local logró solidez en las alturas junto con Lacana y así obtuvo las pelotas que le permitieron promover el maul o algunas jugadas preparadas para sumar los tries.
Sur entregó postales realmente vistosas, como por caso la de Trujillo corriendo y penetrando defensas como un centro más. Y algunos lindos tries: de Harriet en el ST para cambiar la cara (se le escapó una guinda increíble a centímetros del ingoal en el PT) y el último de Garza para poner la frutilla. Todos con movimientos iniciados por forwards y con la pelota viajando de un costado a otro.
Noreste, que presa de la impotencia perdió dos hombres por amarillas en el ST, logró apoyar dos veces porque salió a achicar la diferencia. Y lo logró con un par de tries sobre el cierre, aunque para entonces la victoria de Sur no peligraba.
Ochenta minutos separan a ambos equipos de la gloria. Sur está más cerca por la diferencia conseguida (+27). Hambre le sobra. Falta completar la obra…
Fuente : Ricardo Sbrana / La Nueva Provincia
