La clasificación a la final del Campeonato Argentino le dio a Buenos Aires un envión anímico importante de cara al enfrentamiento con Córdoba.
Si bien ante Tucumán logró un empate y fue beneficiado por el sistema de desempate, ese resultado fue tomado casi como un triunfo por el impacto que causó dejar afuera al campeón defensor.
Las Águilas volvieron a los primeros planos del rugby nacional luego de tres años donde el seleccionado afrontó una etapa de transición.
A simple vista se nota que lograron asentarse luego de un comienzo poco fructífero en cuanto a nivel de juego. La derrota ante Córdoba fue el punto de inflexión, sin dudas, y en el cual tuvieron que hacer una dura autocrítica para luego llegar a la redención.
Con el paso de las fechas, los entrenadores porteños fueron cambiando y probando piezas para llegar a lo que es Buenos Aires hoy: un equipo con forwards ligeros que pelean la pelota hasta las últimas consecuencias y una línea de backs aguerrida y punzante, donde fue clave la inserción de Francisco Bosch en las últimas fechas.
“Córdoba va a plantear un juego similar al que mostró en el partido que jugamos por la segunda fecha, donde mostraron un equipo sólido, que juega un buen rugby. Están moviendo mucho la pelota, más que otros años, y tienen jugadores penetrantes, difíciles de parar: me gusta cómo está jugando”, analizo Germán Villamil.
“El objetivo es salir campeón del torneo”, enfatizó. La chance de salir campeón para Las Águilas está, sólo debe aprovecharla.
Por: Juan Urchevich
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