Dejar lo malo atrás

No fue un año fácil para la Unión de Rugby de Tucumán. Ya de movida, el recuento de un torneo local muy criticado, una mala actuación de La Naranja en el Argentino y una dirigencia saliente que se retira desnudando una faceta muy tiste del rugby.
El Regional del NOA vio campeón a Tucumán Lawn Tennis. El campeonato se dividió en tres partes, la primera, la de todos contra todos, fue la más criticada. Después llegaron a las finales los que tenían estructura e historia y se terminó viendo una final de antología. Se dice que para 2013, salvo pequeñas modificaciones, el torneo tendrá el mismo formato.
La Naranja tuvo un Campeo-nato Argentino para el olvido. No sólo porque el resultado no fue el esperado (aunque fue protagonista) sino porque internamente se vio un grupo desgastado, con un cuerpo técnico que hizo lo que pudo en medio de la desorganización y la falta de compromiso de muchos. Una manchita en la prestigiosa historia de una camiseta tan querida. El desencadenante fue la salida de Oscar Prado de la conducción técnica. Puesto que todavía está vacante.
Pero lo peor llegó sobre el final. La turbulenta salida del ex presidente Francisco Veglia y sus fuertes declaraciones en contra de Luis Castillo y algunos otros dirigentes tucumanos fue un ocaso que nadie quiso ver, pero al que todos asistieron. Ahora gobierna Fernando Martoni sintiendo la mirada de los demás presidentes. Un clima difícil para pensar en un futuro sin complicaciones.
Lo bueno pasó por el campeonato de Lawn Tennis, ganado en una final para el infarto, en el último minuto, frente a Cardenales. También se puede sumar el título del ascenso del interior conseguido por Huirapuca y el del M19 en el Argentino Juvenil.
Además, como siempre, Tucumán volvió a aportar una buena cantidad de jugadores para Los Pampas en la Vodacom Cup y para Los Pumitas en el gran Mun-dial realizado en Sudáfrica. A nivel NOA hay que resaltar la gran actuación del Jockey de Salta en el Torneo del Interior y la grata revelación de Old Lions en el Regional. Algo en medio de la tormenta.
Por: Juan Urchevich
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