Y un día, Plaza se amigó con la historia

Seis días antes habíamos salido campeones de la M19 de Rugby en una final para el infarto, ya Valú -como ejemplo de valores- había recorrido los diarios más importantes de la ciudad y del país, pero esa mañana en el club se sentía una energía especial.
Se percibía que esto no era todo y que la alegría podía multiplicarse. Desde las 10am empezaron a llegar a la Plaza de Jewell los chicos del Plantel Superior, M19, M16, infantiles, las chicas de hockey, padres, amigos, abuelos… la familia Plazona entera. Como en los grandes días…
No es objeto de esta nota hacer una crónica de los partidos, pero la historia ya nos hizo un guiño en el primer partido con la palomita de otro Oria, el Toto, el hijo del Loquito, en el último minuto y para el campeonato. Dejavú… justo 20 años después.
M15 campeona, en una final imposible, perdiendo por 3 tries y para terminar ganándolo en esa jugada memorable.
De ahí todo el club se movilizó a Pueble Esther, lejos y con calor, pero había que alentar -y vaya que alentaron- a la M17, que jugaría con GER otra final no apta para cardíacos.
En esta final empezamos ganando por 2 tries, pero luego de 2 amarillas para nuestro equipo, GER hizo 3 tries y se adueño del score. Los nuestros, físicamente mucho más chicos, sacaron el espíritu de nuestros grandes ídolos, el alma de nuestros cracks los convirtió en gigantes y a fuerza de tackles y rugby ofensivo, marcaron otros 2 tries para pasar a ganar el partido y defender la última con todo el cuerpo. Dejando todo. Como les enseñaron desde chiquitos.
Plaza Campeón de M17.
Tres de las 4 categorías que juegan campeonatos en la URR eran campeonas.
Pero Plaza es distinto, y haciendo honor a que “lo mejor que tiene plaza es su gente” sin siquiera bañase, los flamantes campeones se sumaron al Carnaval, que todo el club había armado para alentar a las chicas de Hockey. Las de la generación dorada, las que llevaron al Hockey de Plaza otra vez a la cima, con un mix de más jóvenes y atrevidas, que el año pasado habían quedado en la puerta de la Gloria.
Esa tribuna va a quedar entre las grandes fotos de nuestra historia.
En el partido, también sufrimos. También sacamos esa fuerza que nos une. Esas ganas de que “hoy sea nuestro día”. Hoy nos tenía que tocar. La fiesta no era completa si no estaba el hockey campeón para subirse a la mesa…
Fue 2 a 1. Francamente no lo vi, porque el corazón tiene un límite. Estaba en la cancha, pero miraba para otro lado, no obstante por lo que escuche, el dominio era territorial de GER pero las opciones eran nuestras.
Fiesta. Hasta que nos apagaron la luz (como título el diario de la ciudad).
Y ahí, empezó lo que solo en Plaza se vive de esa manera. Todos al club.
El pasaje se cerró, la mesa redonda recibió a los 3 equipos campeones de ese día y a los campeones de la semana anterior. Como en las viejas épocas. La pileta se colmó. La gente canto hasta quedarse afónica. La fiesta duro hasta las 8 am del día domingo, todos bailando con la música de los autos en el medio del mítico pasaje. Todo el club disfrutó. Todos. Así somos. No hay rugby, ni hockey, ni tenis, hay un solo club, único.
Pero en estos momentos, donde el éxito nos engorda, es importante recordar el camino. Validar el COMO.
Esto es producto del ESFUERZO. El esfuerzo como hábito. El esfuerzo siempre (como les inculcamos a los chicos en la Academia). Ratificando la EXCELENCIA como valor. La excelencia en el sentido de hacer las cosas cada día un poco mejor. Con la PASION que se necesita para amar lo que hacemos, la que aplicamos en todos los entrenamientos, en todos los partidos. Con HONESTIDAD. Sin hacer trampa, como lo demostró Valú, cuando más difícil es hacerlo, en una final. Con HUMILDAD, la que tenemos que ratificar ahora. Más que nunca. Para seguir entrenando, para seguir trabajando, para seguir mejorando y que esto no sea una casualidad. Para amigarnos definitivamente con la historia.
Es que nuestro verdadero mérito nunca estuvo en los campeonatos, sino en como hacemos las cosas, los campeonantos –en definitiva– son una lógica consecuencia.
Gracias a todos los colaboradores –de infantiles a mayores–, empleados –administrativos, de campos, profes–, socios, y dignos rivales…
Salud CAMPEONES…
​Leandro Salvatierra
Presidente
Club Atlético del Rosario