Tras despedirse de la RWC, el artífice del milagro nipón insta al equipo a mantener el estilo de juego.
Cuando Eddie Jones asumió el cargo de entrenador de Japón hace cuatro años, se marcó como objetivo devolver el orgullo al rugby japonés, y tras la Rugby World Cup 2015, pocos podrán decir que no lo consiguió.
“Graham Henry escribió el otro día una buena columna en el periódico hablando de que Inglaterra quería copiar a los All Blacks”, explicó Jones. “Una de las cosas de las que debemos estar orgullosos es que nosotros no copiamos el estilo de juego de nadie. Jugamos a nuestra manera”.
El lunes, el día después de que se certificara la eliminación de los Brave Blossoms como el primer equipo de la historia en ganar tres partidos y no alcanzar los cuartos de final, Jones explicó que creía que su equipo aportó una “nueva dimensión” al rugby internacional.
Jones afronta un periodo de vacaciones antes de emprender su nuevo destino profesional pero espera que “Japón siga en esta línea y mantenga el estilo de juego como hasta ahora. Miras a los equipos de la Rugby World Cup, muchos juegan de la misma manera, hacen las mismas cosas. Pero Japón añadió variedad a esta Copa Mundial de Rugby y tienen que tener el carácter de seguir haciéndolo”.
“Ayer fue como la final de la Copa Mundial de Rugby para Japón. Ganar tres de cuatro partidos y jugar con la calidad con la que lo hicimos fue fantástico”, añadió el coach.
Japón no cumplió su objetivo de clasificar a cuartos de final pero, indiscutiblemente, dejan Inglaterra como el equipo revelación del torneo y se preparan para ser recibidos como héroes en su país. Lo harán sin Jones, sin embargo. El artífice de la explosión japonesa firmó un contrato con los Stormers, la franquicia del Super Rugby y el próximo mes asumirá el rol de entrenador en Ciudad del Cabo.
“Se siente extraño el no tener que preparar un partido la próxima semana. Hoy desayuné con mi mujer por primera vez en mucho tiempo. Por lo menos creo que ella sigue siendo mi mujer, aunque no sé si ella sigue pensando que soy su marido”.
Consultado por si hubiera hecho algo diferente, Jones dijo que “entrené lo suficiente como para no tener remordimientos. Todos cometemos errores. Cometí errores entrenado a Japón durante estos años. Traté de aprender de ellos pero no me quedan remordimientos. Fue muy divertido”. Sí que lo fue.
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El jugador de 33 años ha disputado 92 partidos con su país hasta la fecha y ha jugado cuatro tests con los Lions en dos giras. El año...
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