Con Eddie Jones anunciando su equipo para la próxima temporada del Seis Naciones, está claro que sus selecciones se centran en el futuro, al tiempo que conservan parte del inmenso talento que ha desarrollado durante su mandato de seis años.
Para muchos seguidores del rugby inglés, el equipo fue más o menos como se esperaba, con solo la incorporación de Ollie Chessum, Orlando Bailey y Ollie Hassell-Collins que causaron asombro, mientras que Tommy Freeman, Alfie Barbeary y Luke Northmore obtuvieron las recompensas esperadas por su desempeño nacional sobresaliente.
Sin embargo, son más aquellos que no han sido seleccionados los que han cambiado las expresiones faciales y ninguno más que dos incondicionales de la era Jones, Sam Underhill y George Ford.
Se dice que Underhill se está recuperando de una HIA y Jones lo describió públicamente como “todavía no ha llegado”, aunque estaba disponible para la selección y lo ha estado durante las últimas dos semanas.
La verdad del asunto es que el tercera línea realmente no ha tenido un alto nivel desde su excelente trabajo en la temporada 2019 y fue particularmente pobre durante los test de noviembre del año pasado donde, frente a Sudáfrica y Nueva Zelanda, logró hacer solo seis tackles en los dos partidos (fue reemplazado en ambos test) y se perdió otros seis tackles. Con solo siete acarreos y 18 metros realizados, el valor de Underhill en ataque es limitado, como lo demuestra su promedio de un try cada 34 partidos a nivel de primera clase y la sensación es que Jones quiere ver más en ataque en su tercera línea.
Si unimos esto con la falta de impacto que tuvo Underhill en el colapso de Bath y el juego en toda la cancha que posee Lewis Ludlam, es fácil ver que el ala necesita tal vez reiniciar y recalibrar su juego para impulsar aún más los honores internacionales. Jones ha dejado la puerta abierta para él, pero parece haber mucho trabajo para mejorar las habilidades de ataque combinadas con perfeccionar sus excelentes resultados defensivos si el joven quiere volver a ponerse la camiseta que ha usado con tanta eficacia en ocasiones anteriores. .
Ford Focus
El otro ausente notable es el destacado apertura de los Leicester Tigers, Ford, cuya omisión ha asombrado a muchos de sus fanáticos acérrimos. No hay absolutamente ninguna duda de que Ford es actualmente uno de los dos mejores aperturas de la Premiership, junto con Marcus Smith, y no hay que preocuparse por el estado físico o el compromiso del 10 de los Tigres.
Sin embargo, Ford es un jugador el cual conoce muy bien Jones y sabe exactamente lo que ofrece y contribuye, especialmente junto a Owen Farrell y, aunque para muchos parece incomprensible que lo hayan dejado afuera del plantel, en el gran esquema del seleccionado inglés, su ausencia temporal tiene mucho sentido.
El apertura es una posición de liderazgo, de voz y de creación táctica. Se debe permitir que Smith tenga el espacio para encontrar esa autoridad y liderar, sin las trabas de la historia, una nueva imagen y una retaguardia ambiciosa. Si bien tiene que trabajar junto a Farrell para lograrlo, agregar a Ford (especialmente teniendo en cuenta su relación a largo plazo con Farrell) hubiera sido una posibilidad en el crecimiento del joven Smith quien está tratando de crear y que Jones quiere que él dirija al equipo.
Ford y Farrell tomaron el control juntos de cada situación de rugby que enfrentaron y eliminar una parte de esa ecuación permite que la libertad de pensamiento y las nuevas ideas vengan no solo de Smith sino también del capitán de Inglaterra, quien sin duda comenzará seguramente con la camiseta Nº12 en el próximo Seis Naciones.
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