Luego de casi cuatro años, el Jockey logró la victoria en el clásico villamariense, por 36 a 19.
Buen marco de público, pirotecnia varia, ánimos a tope y toda la incertidumbre que siempre genera el clásico local se vieron correspondidos con las intenciones de los conjuntos protagonistas que, apostando a sus virtudes, le imprimieron a esta nueva edición del derby villamariense la cuota de actitud e ímpetu necesaria para mantener atento a todo los espectadores que se dieron cita en cancha de San Martín RC.
Se sabía de antemano cuales eran las debilidades y fortalezas que manifiestan los dos conjuntos locales, expuestas ya en su paso por el torneo cordobés. En virtud de esto, mejorar la defensa por el lado abierto era vital en los ¨tricolores¨ para desbaratar las posibilidades siempre latentes de los ¨hípicos¨ para marcar por este sector. Para Jockey, neutralizar la calidad de obtención desde las formaciones fijas y controlar los movimientos del maul dinámico del local eran las claves para comenzar a cimentar un resultado positivo. El desarrollo del encuentro marcó que la intencionalidad de los protagonistas giraba sobre estos puntos y es allí donde el ¨verde¨ sacó diferencias. Los dirigidos por Pigni-Nonis se destacaron en la gestión del line con Conti y Sessarego muy seguros en las alturas. En el scrum, los visitantes, se las arreglaron en varias oportunidades para complicar la potencia en esta formación de su rival. Contra el maul dinámico, los hípicos, se jugaron enteros demoliéndolo cuando en este se producían los giros. Golpeando en estos puntos vitales de los dueños de casa y agregándoles el juego de manos habitual de la escuadra ¨hípica¨ el resultado fue evolucionando hasta su resolución final. El ¨Sanmar¨, en tanto, fue pura voluntad y coraje para contrarrestar los contratiempos que le ocasionaban los argumentos de su visita. Dueños de las formaciones móviles pero poco certeros para la definición concreta, San Martín le puso su sello a todo lo que implicaba contacto, sin embargo para prosperar en el terreno y encontrar la mejor vía para marcar la claridad no siempre se hacía presente. Con Mauricio de Zarate como conductor, los dirigidos por Sainz-Andreossi echaron mano a su recurso más conocido para imponerse en el partido: abrirse paso con los delanteros para a posteriori lanzar los backs, la opción sólo dio resultado en contadas oportunidades, el resto de los intentos fue sofocado por la defensa ¨verde¨ que estuvo siempre muy atenta y presta para atenuar estos intentos. Jockey Club, en definitiva, se llevó lo que quería: el triunfo final, el punto bonus y recuperar un espacio que se le venía negando hacia varias temporadas, es decir, ser dueños del clásico.
Expectativa: Una hora antes de que comenzara el partido, el predio de San Martín ya tenía un importante número de espectadores y una gran cantidad de vehículos rodeaban las calles adyacentes al predio de barrio Las Acacias.
Abanderados: A la hora del cotillón, San Martín sacó una pequeña ventaja ya que desplegó una gran bandera negra, blanca y roja, además de varias más pequeñas que varios levantaron desde la tribuna. Del otro costado, Jockey mostró trapo nuevo, con los colores verde, blanca y roja.
Recibimiento. El ingreso de cada equipo merece un párrafo especial. Papelitos, bombas, bengalas de humo recibieron a uno y otro quince. La nota especial fue de San Martín, que pusieron música por los altoparlantes.
Asistencia: Como es costumbre, el clásico rugbístico villamariense concitó la atención de una gran cantidad de público. Más de 800 personas disfrutaron, cantaron, se quejaron y se emocionaron durante el partido.
Pirotecnia. Bengalas de humo portaron desde las dos hinchadas. Al final, predominaron las de color verde y rojo, cuando comenzaron los festejos por la victoria de los hípicos.
No faltaron las bombas de estruendos y algunos petardos.
Festejo esperado: Tras casi cuatro año sin una alegría en el clásico de primera, Jockey pudo festejar y lo hizo por partida doble, ya que también ganó en la división intermedia.
Las voces
- Aldo Guidi (San Martín): Lastima que el árbitro en nada, porque los jugadores de ellos estaban siempre en penal. Hay que seguir adelante y no bajar los brazos.
- Maximiliano Da Ros (San Martín): Creo nos dormimos, tuvimos un golpe con Matías (Zurro) en el centro de la cancha que nos dejó out, no supimos que hacer. El equipo no funcionó y no hicimos lo que habíamos practicado, nada más. Jockey aprovechó los momentos flojos para anotar. El scrum de ellos fue durísimo, anduvieron bien en el line y en el maul, aptitudes que siempre fueron nuestras y que no la pudimos aprovechar
- Francisco Chiaramello (Jockey Club): Estoy muy contento, hacia mucho que no le podíamos ganar a San Martín. Estoy sin palabras. Anoté dos tries y no lo puedo creer. Tenía que llegar el try algún día, por suerte fue contra San Martín y los disfruté mucho. Para lo que viene es muy importante, vamos a encarar las cosas con más ganas, porque necesitábamos ganar este partido.
- Osvaldo Acosta (Jockey Club): Esta victoria fue lo mejor antes de irme al Mundial. Nos planteamos poner muy fuerte nuestros forwards que era el fuerte de ellos. Nos abrimos en el medio, fue una meta abrirle el pack de forwards de San Martín que es muy duro. Luego hicimos nuestro juego. Quebramos una racha de casi cuatro años sin poder ganarle, es muy importante y me da una alegría enorme. Me voy al Mundial muy felíz.
- Nicolás Ferreyra (Jockey Club): Sabíamos que podíamos ganar y por suerte se nos dieron las cosas en el partido. No venía siendo regular en el juego y por suerte pude levantar en eso y creo que sirvió para el equipo y para llevarnos el triunfo. El punto bonus nos viene muy bien.
- Pablo Sessarego (Jockey Club): Se quebró una racha larga, pero veníamos trabajando para eso. Más que todo necesitábamos ganar este partido que nos hacía falta para el campeonato. Fue un partido muy especial, porque hacía casi cuatro años que no podíamos ganar el clásico. Ganamos a base de concentración. Es un gran incentivo, le viene bien al grupo.
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