A los 45 minutos de la etapa decisiva, los Zanjeros lograron el try con que batió como visitante a CUBA; ahora lidera el muy abierto Grupo 4 del campeonato Nacional de Clubes.
CUBA empieza a normalizar su vida tras la tragedia de Juan Cruz Migliore. Eso nada tiene que ver con el olvido: el Nº 11 en las mangas izquierdas de todos sus jugadores y los estandartes que expresan "Juanqui. 11. Te queremos mucho" y "Juanqui para siempre" dejó bien en claro que el wing izquierdo permanece en la memoria, aunque ayer no haya habido otro minuto de silencio.
El club Universitario debe meter otra vez su cabeza en sus obligaciones rugbísticas, que cumplió con holgura el último domingo, cuando vapuleó a Lomas y accedió a la Zona Campeonato del torneo de la URBA, pero no ayer, cuando cayó, nuevamente en Villa de Mayo, ante SIC por 21-16. Tal vez aquel ardiente deseo de un homenaje triunfal a Migliore fue completamente satisfecho con el 49-14 a Lomas, y contrastó con la falta de inspiración que padeció en su segundo compromiso por el Grupo 4 del Nacional de Clubes, que organiza la UAR. Una zona que ahora encabezan los Zanjeros, pero que permanece muy abierta, con los cuatro conjuntos aún en carrera.
Y ganó bien el SIC. Empezó mejor, presionando a CUBA en su campo, poseyendo el balón. Prevaleció en los scrums y sobre todo en los line-outs, hasta que el local empezó a imponerse en los rucks, la situación más común del rugby. De todos modos, en un desarrollo vacío de espacios libres, con tackles inmediatos ante todo intento de corrida, se pasó a optar por el envío alto con el pie como recurso para ganar metros.
Se desempeñó mejor CUBA en esa condición, con más precisión de Benjamin Urdapilleta y Felipe Gutiérrez O Farrell que de los pateadores visitantes, y también con más velocidad para atorar al receptor. Y los universitarios consiguieron su premio, con un try notable: el Nº 15 recibió en sus 22 metros, corrió, cedió a Urdapilleta, que avanzó muchísimo con rapidez y fintas y devolvió la pelota a Gutiérrez O Farrell, y éste la pasó a Agustín Dorado, quien la depositó en el in-goal. Gran acción colectiva en el cierre de la etapa inicial (10-3).
Fue la única diferencia entre ambos que debió ser recompensada con puntos en ese lapso. Muy distinto sería el desarrollo del segundo. La guinda fue monopolio sanisidrense; no merodeó mucho el in-goal de CUBA, pero estuvo casi siempre en su mitad de cancha. Y a fuerza de empuje, surgió de un scrum el try de Roberto Matarazzo, que con posteriores penales de Federico Serra contribuyó a un 16-13 para SIC. Tras la expulsión de Felipe Aranguren por dos amarillas (golpe y topetazo) y con José Uriburu amonestado (topetazo), ambos equipos quedaron con 14 hombres y CUBA forzó un penal de Urdapilleta para el 16-16 a los 44 minutos. Pero faltaba un último golpe de escena. Los zanjeros sacaron, empujaron y abriendo hacia la izquierda obtuvieron el decisivo try de Santiago Artese. El que hizo justicia para un SIC que triplicó, en resultado (18-6) y en méritos, a CUBA en el tiempo final.
Volvió Crego, uno de tres jugadores penados por CUBA
A los 12 minutos ingresó por Rodrigo Aguirre Zubirí el muy alentado Manuel Crego Bonhome, que volvió tras una suspensión interna de CUBA. Tata, junto con Martín Urdapilleta y Tomás de Pablos, había sido castigado por cuatro meses, luego reducidos a dos. Algunos socios explicaron que se debió a una pelea de los tres con particulares frente a la sede de Villa de Mayo; el entrenador Carlos Benítez Cruz alegó indisciplina en una fiesta del club.
Por Xavier Prieto Astigarraga
De la Redacción de LA NACION