Una semana atrás, la continuidad de Marcelo Loffreda al frente del Leicester estaba en duda. Al borde de la eliminación, el equipo consiguió un agónico pase a las semifinales gracias al triunfo con punto bonus ante Harlequins y a la derrota del Sale. LOUCESTER, Inglaterra.- Una semana atrás, la continuidad de Marcelo Loffreda al frente del Leicester estaba en duda. Al borde de la eliminación, el equipo consiguió un agónico pase a las semifinales gracias al triunfo con punto bonus ante Harlequins y a la derrota del Sale. Cuánto habrá cambiado el semblante del Tano luego de que, ayer, un drop del apertura Andy Goode en tiempo suplementario le diera la victoria por 26-25 sobre el favorito Gloucester y, así, acceder a la final de la Guinness Premiership por cuarto año consecutivo.
El partido decisivo será el sábado 31 del actual, en Twickenham, ante Wasps, que derrotó a Bath 21-10.
En su primera experiencia en el rugby profesional, el ex entrenador de los Pumas tendrá la oportunidad de revalidar el título de Leicester, campeón la pasada temporada. La de ayer fue la primera victoria de un equipo visitante en los playoffs en la historia de la liga, desde que se instauró el sistema hace seis años.
Luego de haber dominado la serie regular de 22 partidos, Gloucester era amplio favorito ante un equipo que había entrado por la ventana . Y así pareció ratificarlo durante una hora de juego. Sin embargo, el equipo de Loffreda demostró su temple en los últimos 20 minutos y en un final electrizante se llevó la victoria.
Tras un primer tiempo favorable al local por 12-3 (que incluyó amarillas para Harry Ellis y Jordan Crane, de Leicester) y un try y un penal por lado en el comienzo de la segunda mitad, Gloucester estaba al frente 22-13 a los 57 minutos; entonces, se produjo la reacción del equipo tricolor. Seis minutos más tarde, un try del inside sudafricano Aaron Mauger convertido por Goode acercó a su equipo a dos (20-22), y a los 68, otro penal del apertura lo puso arriba por primera vez en el partido.
A cuatro minutos del final, un drop del fullback Willie Walker volvió a poner a frente a los locales, pero Goode se guardó la carta ganadora para el último minuto del descuento y enmudeció a los 16.500 espectadores que colmaron el estadio de Kingsholm.
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