A seis minutos del final, La Plata perdía 27-19, pero con un try en el último instante, batió al CASI por 29-27
Cuando a los 41m30s del segundo capítulo, Nino Durante se zambulló en el in-goal cerca de la bandera derecha, se desmoronó, como una implacable avalancha, la sensación interior del CASI. La imagen opuesta la daban los hombres de La Plata, embriagados por la excelsa felicidad de una victoria conseguida con mucho sacrificio. La agónica conquista del N° 11 platense, anotada después de una secuencia de avances colectivos con buen control de pelota, fue la justa recompensa para un conjunto que nunca se dio por vencido. El Submarino se llevó un triunfo enaltecedor por 29-27, fundamental para robustecer la confianza una semana antes del clásico con San Luis.
El trago amargo para la Academia no sólo se lo dejó el traspié en sí mismo, sino la forma en la que lo padeció. Porque se quedó sin nada, después de tener el partido aparentemente controlado -al menos eso se veía desde los números- y con una ventaja de ocho puntos a seis minutos del telón (ganaba 27-19). Encima, el sábado próximo tiene el superclásico al SIC, que también estará necesitado de enderezar su rumbo tras una sorpresiva caída.
Ambos convivieron con la inestabilidad de su juego, pero la persistencia de los visitantes terminó siendo el factor desequilibrante. Los errores le costaron demasiado caro al CASI; primero, porque cada penal en zona de riesgo le permitió a Tomaghelli sumar con el pie, dejar a su equipo siempre al acecho y hasta quedarse con el parcial (6-3); además, las equivocaciones castigaron a los dueños de casa, porque cuando habían resuelto la ardorosa lucha con lucidez, pecaron de negligentes y les marcaron tres tries en los últimos diez minutos.
La primera parte no dejó nada rescatable; tan sólo el impetuoso comienzo del Atlético -gestó un par de ocasiones profundas, pero no las definió- y la capacidad para restablecerse de los vencedores. De todas formas, ninguno ejerció dominio alguno sobre el otro: porcentaje de posesión repartido y supremacía en las formaciones fijas también parejas.
El CASI rearmó sus filas tras el intervalo; pese a que apenas se reanudaron las acciones, Tomaghelli acertó dos penales -erró tres intentos-, los sanisidrenses se pusieron de pie con las interesantes anotaciones de Villagra (dos) y de Thomann. Estando 24-12 arriba, daba la impresión de que el festejo local era irrevocable, pero… La Plata le puso el pecho a la desfavorable situación y, con prepotencia, asfixió a su rival hasta llevarlo a la confusión. Como nunca claudicó en su actitud de ir hacia adelante, aunque por momentos sin tanta prolijidad, se retiró triunfante de la Catedral, donde no pierde desde 2001.
Fuente: Diario la Nacion
Por Santiago Roccetti
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