Si bien el arribo a la elite del rugby mundial es oficial, se sabía de antemano los innumerables obstáculos que había que sortear para concretarlo.
No obstante, la primera voz que se alzó en contra del proyecto llegó del máximo dirigente del club parisino Racing Metro, Jacky Lorenzetti, que, previo a la presentación oficial que se celebrará hoy, dejó en claro cuál es su postura frente a la liberación de sus jugadores.
“No voy a pagar por jugadores que juegan a tiempo parcial y no sé si los argentinos seguirán jugando en Francia”, afirmó el pope en una entrevista concedida al Midi Olympique, dejando en claro su intransigente posición para ceder a Hernández, Imhoff, Orlandi y Galindo.
Es que las siete semanas que se perderán entre agosto y octubre al jugarse la nueva competencia -reglamentado por la Regla 9-, provoca un bache importante en una institución que para ese entonces estaría disputando las primeras fechas del Top 14 y alguna competencia europea según su performance.
El malestar se potencia si se toma en cuenta que deberá volver a entregar a esos jugadores para la ventana de noviembre, en donde tampoco podrán representar a sus clubes por tres partidos.
Posibles soluciones
Una solución a futuro sería la migración parcial a clubes del Hemisferio Sur, pero esa decisión implicaría un esfuerzo financiero de cada Puma que debería resignar parte del salario que en la actualidad percibe.
Lo cierto es que una vez más serán los jugadores quienes deberán consensuar con sus empleadores cada participación, virando el objetivo inicial de que los mejores intérpretes tengan un promedio de 10 partidos anuales.
Este sábado, el puntero Toulouse con el regreso del centro de Los Pumas, Santiago Chocobares y Efraín Elías ingresando a los 57 minutos, el líder de esta competencia, se despachó...
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