La venezolana Virginia Varela sostiene que su fe, su familia y el rugby fueron claves en su lucha contra el cáncer.
Que el rugby ha marcado las vidas de millones es un dato más que claro. Ha servido mucho a Virginia Varela, la venezolana que acredita al rugby como un elemento clave en su recuperation del cáncer.
Varela es referí y Educadora de World Rugby. Casada con el Presidente de la Federación Venezolana de Rugby, Erickson Bermudez, el rugby ha sido parte de su DNA por muchos años y la ha ayudado en tiempos de extrema necesidad.
Diagnosticada con cáncer de pecho en 2016, justo cuando había regresado de su primer compromiso internacional como referí en Chile – un Sudamericano de Rugby Playa – Varela es muy consciente de que su historia ya ha inspirado a muchos en su país y la región.
“Habiendo compartido mi experiencia, me han dicho que he sido de ayuda a muchos otros en distintas circunstancias,” dice Varela.
“En un principio, no lo veía así. Siempre pensé que era mi historia, una en la que el rugby había tenido un rol positivo e importante.”
MANTENERSE POSITIVA
Cuando comenzó con el tratamiento de quimioterapia, debió dejar de refregar ya que estaba muy débil para la actividad física y no la dejaban estar al aire libre. Aún así, el rugby “que es mi vida, me ayudó a ser quien soy,” le dio una renovada plataforma para quedarse activa, ocupada y enfocada en cosas positivas.
“Cuando la gente se enteró que estaba enferma, el amor y apoyo que recibí de la comunidad del rugby fue extraordinaria. Mi family y amigos fueron motores incondicionales que me empujaron. Sus mensajes, su amor, su apoyo, hasta el apoyo financiero, que recibí fue abrumador.”
Su Educador de World Rugby la convenció de seguir la ruta del referato.
“‘Conoces las reglas, por qué no nos ayudas con los cursos y talleres de referato?’ me dijo. Esto me dio un empujón muy grande, me dio fuerza y me permitió sentir útil con el rugby.”
La madre de dos dice que mantenerse enfocada en el rugby le ayuda a quitar la cabeza de temas más apremiantes.
“Se abrió un nuevo mundo y comencé a leer y estudiar las leyes del rugby; entendí que había muchas cosas que podía hacer para mantenerme ocupada y ser de utilidad al deporte que amamos en casa.”
NUEVOS HORIZONTES
Habiendo finalizado su quimioterapia, tiene un nuevo horizontes. “Le dije a la Federación Venezolana de Rugby que quería dedicarme a la educación y la enseñanza; además, el año pasado, en el segundo intento, conseguí ser Educadora de World Rugby.”
“Para otros, pasar el curso de Educador puede ser sencillo. Yo no puedo describir en palabras lo que esto significó para mí.”
Cuando se la consulta sobre el rol que tuvo el rugby en su recuperación, habla con convencimiento.
“Fue todo. ¡Es todo! Estaba sin cejas, sin pestañas, sin cabello, pero con una sonrisa, y con el rugby. Llevándolo a cada rincón, trabajando para seguir enseñando con cariño”.
“Me ayudaron la fe, mi familia y el rugby. Nunca me permití pensar en nada diferente.”
“La vida”
Si bien ha pasado el tiempo, su historia de vida es una que inspira.
“Si sirve para ayudar a una sola persona a valorar al rugby como instrumento para estar mejor, en un momento complicado como este que estamos viviendo hoy, pues bueno, ya habrá servido. No quise, ni quiero, ser motivo de compasión, sino de inspiración.”
Y cierra, contundente. “…Ay, el rugby, que herramienta hermosa y extraordinaria es, por Dios!”
World Rugby