El rugby de Córdoba, en terapia intensiva

Con el cuarto puesto en el Campeonato Argentino de Uniones, el rugby cordobés prácticamente le bajó el telón la temporada 2016, ya que solamente queda saber cuál será el rendimiento de los Dogos 7s en el Seven de la República. ¿Cómo fue el año ovalado en la docta? En esta nota analizamos todo.
El rugby cordobés no para de retroceder casilleros desde hace dos años a la fecha. Exceptuando la performance de Tala, el equipo más serio de la provincia y que viene de conseguir su tercer título de manera consecutiva (2014/15/16) en el ámbito local, como así también dejó en claro que es uno de los equipos de mayor peso del interior, llegando a semifinales del Nacional de Clubes; el resto continúa en caída libre.
Si repasamos las primeras competencias nacionales de nuestro país, las cuales son organizadas por la Unión Argentina de Rugby (Nacional de Clubes, los Torneos del Interior “A” y “B”), sumado al torneo doméstico Héctor “Ropero” Simes, cerrando con el campeonato argentino “Ángel Guastella”, Córdoba fue perdiendo paulatinamente protagonismo.
En las últimas dos ediciones del Nacional de Clubes, Córdoba pasó de tener cuatro plazas (como región Centro), a quedarse con solamente dos para el 2017. En 2015, fue Jockey de Córdoba, quien perdió uno de los lugares en la competencia de clubes más importante del país, cayendo de local frente a Universitario de Rosario. Un año más tarde fue el turno de La Tablada (no ganó ningún partido), quién tras los malos resultados, provocó que nuestra región se quedara sin otro lugar en un torneo que juegan los mejores 16 equipos de la Argentina.
En el Torneo del Interior con la participación de Córdoba Athletic, Palermo Bajo, Universitario, Jockey de Villa María y Jockey de Córdoba, no sólo que el protagonismo de nuestros clubes estuvo ausente, sin conseguir nada importante, sino que además se estuvo a un paso de perder una plaza en el TDI “A”, algo que finalmente no ocurrió por el empate conseguido por la “U” en cancha de Neuquén Rugby en la final de la Zona Permanencia. Es decir: a nivel nacional sólo un equipo de ocho, pudo mantener un protagonismo que trascendiera las fronteras de la pronvincia.
El campeonato local, Héctor “Ropero” Simes, al igual que en años anteriores, ha perdido protagonismo en su formato, el cual tuvo una primera fase de 10 fechas, las cuales sólo sirvieron para que los dirigentes de la Unión Cordobesa de Rugby (área de competencia) se llevara algún que otro aplauso de equipos que evidentemente no pueden jugar contra los denominados “grandes”. Es verdad que la segunda fase tomó otro protagonismo a partir de la levantada de Jockey de Córdoba y Jockey de Villa María, equipos que le pusieron un poco de picante a un torneo que dé antemano ya se conocía su desenlace. Luego llegó el turno del Final Four que si bien tuvo la respuesta del público, es un formato que a ningún jugador le justa disputar (prefieren semifinal y final).
Ya en la fase tres y última, como era de imaginarse, Tala y Urú Curé (los únicos sobrevivientes en el Nacional de Clubes 2017), fueron los dos grandes protagonistas que disputarán la gran “final”, quedando el título para los de Villa Warcalde, sin mencionar, el problema que se generó con los árbitros, el cual llevó a un paro y el desmembramiento de una comisión de referee a sólo días de jugar la final.
Luego llegó el momento de poner la cabeza en el Argentino, y como ya nos tienen acostumbrados los dirigentes del rugby de Córdoba según lo viene plasmando la gestión “Plan 2020”, las desprolijidades y los manotazos de ahogado, estuvieron a la orden del día. Mientras otras uniones a mitad de año, ya tenían todo designado (entrenadores, entrenamientos, etc.) los señores que dirigen NUESTRO rugby – sin ideas por cierto -, y sin un norte claro por encima todo, eligieron de manera arbitraria al staff técnico de Tala (Germán Schöder y Diego Giannantonio) sumado el entrenador de Urú Curé, Diego Ghiglione, para que se hicieran cargo de Los Dogos, creyendo que con ese staff se iba a poder replicar el exitoso proceso del club de Villa Warcalde, sin tener en cuenta que los Dogos no es un equipo de nuestra provincia sino un seleccionado provincial.
¿Son culpables los entrenadores y jugadores por el pobre cuarto puesto? Para nada. Ellos sólo trataron de manejar un barco que llegaba sin vela, sin mástil, y con poco tiempo en el agua; por eso los malos resultados ante Tucumán, Salta, y Buenos Aires, sumado a un apretado triunfo frente a Rosario redondearon la performance de los rojos. Números que pensando en la temporada 2017, pondrá al equipo en una situación apremiante, ya que deberá afrontar tres partidos de visitante ante rivales complicados.
¿Y quiénes son los culpables del mal momento del rugby cordobés? Los clubes, y los presidentes de los clubes que han perdido representatividad en la Unión y, por sobre todo, quienes manejan la unión a distancia, quedándoles enorme el puesto que poseen por no ser serios, prolijos y, sobre todo, no estando a la altura del rol que les toca cumplir.
Trabajo para la dirigencia que deberá diagramar un plan a largo plazo, difundirlo y poner el foco sobre el rugby base para darle el protagonismo perdido y recuperar el prestigio que la provincia supo ganarse a lo largo de la historia.
Por Martín Quetglas
@CORDOBAXV