Los escoceses no han derrotado jamás a Sudáfrica en tierras foráneas, pero la contienda por el Grupo B del sábado se disputa muy cerca de la frontera, en Newcastle, donde varios caledonianos ya han hecho historia.
Tanto estadística como históricamente parecería que no hay nada que indique que Escocia vaya a salir victoriosa de su encuentro ante Sudáfrica por el Grupo B en el St James’ Park, este sábado.
Los antecedentes dicen que los escoceses nunca han derrotado a los Springboks fuera de casa. De 17 partidos jugados desde el retorno de Sudáfrica de su exilio internacional a causa del apartheid, solo han ganado dos: por 21-6 en 2002 y por 21-17 en 2012, ambas veces en el Murrayfield de Edimburgo. Sin embargo, les ofrecerá algo de consuelo el hecho de que el encuentro del sábado se dispute a una distancia reconfortante de casa.
El St James’ Park queda a solo 190 kilómetros al sur de Murrayfield, donde Escocia ya jugó en varias ocasiones en Copas Mundiales de Rugby (en 1991, 1999 y 2007): entre ellas, una semifinal contra Inglaterra en 1991 y un partido de cuartos frente a los All Blacks en 1999. La frontera escocesa está a solo 80 kilómetros de Newcastle.
Cerca de casa
En los tres días que llevan en Newcastle, tras enfrentarse a Japón en Gloucester y a Estados Unidos en Leeds, los jugadores escoceses se sienten como en casa en la ciudad donde disputarán sus dos últimos partidos de grupo: contra los Springboks el sábado y ante Samoa una semana más tarde.
“Cada semana nos acercamos más a la frontera”, subrayó el pilar Alasdair Dickinson. “Espero que todos los escoceses que puedan bajen a apoyarnos. A juzgar por los dos primeros encuentros, seguro que lo harán”.
Tras los llenos de Kingsholm (14.354 personas) y Elland Road (33.521), el volumen de apoyo que pueden esperar Dickinson y sus compañeros en el St James’ Park será de otra categoría, tanto en números como en el ruido generado. La casa de Newcastle United FC cuenta con una capacidad de 52.409 espectadores, es uno de los estadios con más ambiente en la Premier League inglesa y es toda una catedral norteña del deporte.
La invasión de escoceses de este sábado promete ser la mayor desde mayo 1969, cuando los ‘Magpies’ de Newcastle enfrentaron a Glasgow Rangers en la vuelta de la semifinal por la European Fairs Cup. Luego que el escocés Jackie Sinclair marcara el 2-0 final para Newcastle, una enorme cantidad de hinchas de los Rangers invadió la cancha desde la tribuna Gallowgate End para arrojar botellas y latas y pelearse con la policía. El partido fue suspendido durante los 17 minutos que se tardó en restablecer el orden.
Una pinta o cuatro
En aquella ocasión el Newcastle United conquistó su último gran título, capitaneado, además, por otro escocés: Bob Moncur. Y no ganan la liga inglesa desde 1927, cuando la estrella del equipo era el caledoniano ‘Wee Hughie’ Gallacher, una auténtica máquina goleadora. A éste le gustaba mucho escaparse al pub detrás de Gallowgate End, el Strawberry, que sigue allí a día de hoy, para tomarse una pinta o cuatro antes del partido (una vez lo acusaron de estar ebrio durante un partido en Hungría, pero esa es otra historia).
Es poco probable que Vern Cotter permita semejante lujo a sus jugadores previo al kick-off de las 16:45 hs. este sábado, en un campo que ya se ha utilizado en contextos de rugby internacional. De hecho, los fans de los Springboks que pasen por el Strawberry para pedir una Newcastle Brown Ale en la barra tal vez deseen recordar que Sudáfrica enfrentó a Northumberland en el St James’ en el año 1906 y ganó por 44-0.
Fue durante aquella gira que al capitán sudafricano, Paul Roos, por vez primera se le ocurrió denominar a su equipo ‘De Springbokken’, un apodo que llegó a ponerse bastante de moda.
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