El homenaje finalizó con una suelta de globos al cielo. La institución instaló un pequeño altar dentro del predio donde se colocó la urna funeraria que guardaba las cenizas del joven.
Este lunes por la tarde el Tala Rugby Club, ubicado en Villa Warcalde, brindó un homenaje muy emotivo a Benjamín Gamond, el joven que falleció el lunes pasado tras ser brutalmente atacado días antes en una playa de México. Amigos y familiares despidieron los restos del ex jugador de la institución.
La reunión dio inicio a las 5 de la tarde, pero los familiares cercanos habían llegado con anterioridad. A eso de las 17.30 seguía ingresando gente.
El terrible ataque ocurrió el viernes 12 de mayo, mientras los tres almorzaban en un restaurante en la comunidad de Chacahua Isla, municipio de Villa de Tututepec, en la costa del océano Pacífico.
“La idea era hacer un homenaje y no un velorio porque no va con él. Este es un lugar en donde pasó mucho tiempo y le hacía muy bien estar acá. Era muy deportista, sano y muy amiguero. Lo traje al club cuando tenía apenas 4 años”, indicó Marcos Gamond, hermano de Benjamín.
Según indicaron familiares de la víctima, las cenizas fueron traídas transitoriamente a la institución deportiva. Luego serán arrojadas en alguna zona natural de Córdoba.
Familiares, conocidos y amigos de todas las edades despidieron entre lágrimas y abrazos a Benjamín. Un encuentro que, a pesar de la tristeza reinante, se transformó en cálido y emotivo.
“Tratamos de hacerles sentir a todos ellos el cariño y el amor que Benja nos había dado y que el club tenía para con él. Comenzó a jugar a los 4 años hasta hace un año y medio, cuando decidió viajar. Desde el primer momento el club se puso a disposición de lo que necesitaba la familia”, expresó con gran emoción Leonardo Grací, presidente del Tala Rugby Club.
A modo de cierre, su hermana María leyó una carta que la mamá de Benjamín escribió: “Quisiera saber que me digas si podes, si fuiste feliz conmigo. Creo que te di lo que más pude dentro de mis limitaciones. Visítame, guíame, porque tengo una tristeza egoísta. Sé que estás bien, nunca vas a estar viejo, nunca el mundo te va a defraudar. Te fuiste amado dando amor sin vueltas, transparente. Abrazame mi Benja, cuántas lecciones ha dado tanta gente, para muchos va a ser distinto. Fuiste un milagro, por eso fuiste prestado por un ratito para enseñar lo que es ser un ser puro en un mundo medio retorcido, con rencores, odios, dobles sentidos, retorcido. Te amo, esa palabra me la enseñaste y solo me animaba a decirte a vos, te ame y te amare siempre para siempre”.
Finalmente, se arrojaron al cielo globos blancos y negros.
Gentileza – Gabriela Martín
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