Marcelo Loffreda le contó a Scrum que, para volver a dirigir en el exterior, la oferta debería ser de una Selección o de un club como Leicester. Además, habló de Los Pumas.
Aunque no lo veamos (tan seguido), el Tano siempre está. Sí, por el San Isidro Club, todos los sábados en los que hay acción de la URBA.
Marcelo Loffreda está lejos de Los Pumas, pero tras ocho años al frente del seleccionado, su nombre se asocia directamente con el hoy equipo de Santiago Phelan. Y por eso, por su pasado de Bronce en Francia 2007 y por tantas perlas más, el entrenador es una palabra súper autorizada para, con su ojo clínico, analizar lo que dejó el pasado Test Match frente a Inglaterra en Twickeham. ¿Y Tano? ¿Cómo lo viste? “Sinceramente lo vi muy bien. Noté que el equipo estuvo ordenado, fue disciplinado y, lo más importante, respetó un plan de juego; sabía a lo que jugaba”, responde con su clásica buena predisposición para atender a la prensa.
-¿Y entonces por qué se terminó perdiendo?
-Por los detalles, porque más allá del resultado Los Pumas jugaron un muy buen partido. Ahora hay que trabajar en las pequeñas fallas, es eso que sucedió el sábado, porque un error te cuesta un triunfo y eso quedó claro en el try del wing (Matt Banahan).
-¿Cómo viste a los jugadores del PladAR?
-También los vi bien, acoplados al resto del equipo.
-En tu época como técnico del seleccionado te hubieran venido bien…
-En ese entonces nosotros tuvimos un pre PladAR, que se llamaba “los viaticados”. Aunque claramente la estructura que hay hoy es mucho mayor y beneficiosa que aquella. Igualmente, y llame como se llame, es importantísimo que los chicos que juegan en la Argentina tengan la posibilidad de acercarse al los niveles de elite que exige el rugby mundial.
Stop a la charla celeste y blanca y play a Marcelo Loffreda como director técnico. “Dale, hablemos de eso”, dice el Tano, dando el kick off para que Scrum.com comience a indagar en qué anda su vida profesional.
-Estuviste rechazando ofertas…
-Risas- Sí, es cierto, le dije que no a algunas.
-¿Y por qué?
-Más que nada por el tema de la mudanza al exterior. El paso por Leicester (Tigers, de Inglaterra) fue muy traumático a nivel traslados y hoy por hoy busco un poco más de tranquilidad. Igualmente siempre sigo cerca del juego, ayudando al San Isidro Club desde donde pueda y me necesite. También doy charlas y clínicas.
Las palabras de Loffreda dejan en claro que, a pesar de que a nivel profesional su paso por los Tigers no fue bueno -lo echaron de una manera poco clara-, se logró nutrir de la experiencia para poder analizar con mayor claridad sus movimientos de cara al futuro. “En Inglaterra aprendí mucho, sobre todo en lo personal. Ahora tengo más claro qué quiero y qué no para mí y mi familia”, dice.
-Dijiste que no por la mudanza, ¿entonces cerraste definitivamente la puerta para dirigir en el exterior?
-No sé, no sé. Debería ser una oferta muy tentadora que amerite el sacrificio.
-¿Más tentadora que dirigir a Leicester, que es uno de los mejores equipos del mundo?
-Piensa- Tenés razón, es difícil superarlo. Qué sé yo. A ver, creo que tendría que tratarse de un seleccionado o, en todo caso, de un club profesional con la altura de los Tigers, que tenga grandes desafíos por delante. Pero no menos que eso.
El Tano se cotiza alto. Por su experiencia, por su sabiduría, por sus conocimientos y por su calidad humana, si lo quieren sentadito en el banco, habrá que seducirlo con desafíos y, obvio, con rotura de chanchito. Sino, no. Bien por él.
Por Ramiro Guillot (scrum.com)
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