Tras cuatro años y medio en Europa, Lucas Ostiglia reapareció en Don Torcuato; “estoy feliz de estar acá”, dijo el ex Puma. Luego de tener un excelente mundial el tercera línea regreso a nuestro país. Cuando a fines de 2003 le acercaron la propuesta de emigrar a Italia, lo que lo ayudó a decidirse es que en el club que lo pretendía (Petrarca Padova) ya estaba Nicolás Fernández Miranda, otro referente de Hindú. Sin esa condición, tal vez Lucas Ostiglia no se habría animado a dejar Don Torcuato. Pero partió y aunque nunca imaginó que iba a permanecer cuatro años y medio lejos de sus raíces (luego se mudó al Agen francés), siempre en su cabeza estuvo la idea de volver.
La maltrecha rodilla derecha, que lo llevó al quirófano en cuatro oportunidades, pudo con su colosal voluntad y después del Mundial 2007, el Ruso se despidió de los Pumas. Los esfuerzos por preservarse en condiciones para las exigencias del profesionalismo también lo llevaron a reflexionar; entonces, decidió regresar a su querido terruño. A los 32 años, el flamante padre cumplió con su deseo: llevar sobre la piel la camiseta de Hindú. La emoción del regreso lo desbordó. Reunido con la formación de la intermedia -fue titular- en círculo, Ostiglia dijo: "Es un orgullo jugar con ustedes", y él y su amigo Francisco Fernández Miranda no contuvieron las lágrimas.
"Hacía tres meses que no jugaba, y terminé muy cansado, pero estoy feliz de estar acá", admitió el Nº 7, que fue reemplazado en la segunda etapa, y en la función principal, ingresó a los 24 minutos del segundo período por Delguy. Lo recibió una ovación, y luego de su doble participación en la tarde del reencuentro, comentó: "Sé que estoy en el final de mi carrera, y siempre quise terminar jugando en el club con mis amigos. Este es un sueño cumplido. Voy a durar hasta que el cuerpo diga basta. Tengo una ganas enormes. Venir a entrenarme, a disfrutar del club es un placer; eso es lo único que me moviliza".
(*) 30 años hace que Champagnat no vence a Hindú; en 51 choques, el último éxito fue el 1º de octubre de 1978, en Pacheco, por 17-12.
Fuente: Diario La Nación
Foto: Diario La Nación