El Córdoba Athletic y el Córdoba Rugby no se sacaron ventaja y empataron en 17 tantos.
El empate en 17 entre Córdoba Athletic y Córdoba Rugby es una consecuencia lógica de lo que ambos mostraron ayer en Jardín Espinosa. Los dos hicieron mucho para perder y poco para ganar. El juego fue un mar de imprecisiones y entre tantos errores la victoria coqueteó con los dos.
Pudo ganar Córdoba Rugby, si Lario acertaba un penal a los 42 minutos del segundo tiempo. Pudo ganar Athletic, si hubiera aprovechado su mejor momento, en la segunda mitad del complemento. Al final, la igualdad dejó en carrera a los dos para llegar a semifinales en esta apasionante definición.
El local se hizo fuerte con sus forwards y manejó muy bien el scrum. Lo hizo desde el comienzo del juego y en los primeros ocho minutos forzó tres penales, de los que Matías Re convirtió dos. Córdoba Rugby aguantó en su campo y en la primera combinación ofensiva que gestó pasó al frente con un try de Kademian convertido por Lario.
Poco cambió en el segundo tiempo. Se siguió jugando con una presión infernal, sin espacios para maniobrar, pero un destello de lucidez de Rafael Vaca Narvaja pudo sentenciar el pleito. Tras uno de los varios errores de los tres cuartos de Athletic, el wing azul jugó rápido un line, Martellotto se la devolvió y apoyó un try que pintó decisivo.
Pero no. Athletic se revitalizó con el ingreso de Fissore (38 años) y acorraló a su rival. Descontó con un penal de Re e igualó con un try de Cortez, corolario de un muy buen maul. La salida de Sosa por amonestación potenció el dominio del local, que careció de claridad para quebrar la línea defensiva de Córdoba Rugby. Tuvo sus oportunidades, pero las despilfarró por errores propios. Falló en dos lines (uno en cada tiempo) en los cinco últimos metros del campo rival y en el epílogo casi se queda sin nada.
El empate fue premio y castigo para ambos, aunque Córdoba Rugby lo disfrutó más.