El presidente ejecutivo de la Scotland Rugby Union, Mark Dodson, espera que en los próximos compromisos del seleccionado nacional en la ventana de noviembre, el público los acompañe en el BT Murrayfield. Los jugadores profesionales escoceses podrán entrenar individualmente a partir del 22 de junio, siempre que el país pase a la segunda fase de la flexibilización de las restricciones de bloqueo por el covid-19.
Las discusiones con el Gobierno escocés le han dado a la SRU un poco de aliento de que se permitirá cierto nivel de espectadores para los test de Escocia. La unión del cardo estima que se permitiría el ingreso de poco más de 10,000 personas a Murrayfield bajo las reglas de distancia física de dos metros, pero una relajación podría permitir aproximadamente 30,000.
Dodson, quien acordó un aplazamiento salarial como CEO a fines de marzo, admitió que los partidos de Escocia contra las otras naciones podrían ser el escenario más probable en medio de la duda sobre si Nueva Zelanda, Argentina y Japón visitarán Edimburgo en noviembre. Él dirigente agregó: “El tema en torno a los test de otoño (europeo) serán cruciales para nosotros”.
“La razón por la que todo el mundo habla tanto sobre el distanciamiento social de dos metros a 1.5m a 1m a cero es que tiene un impacto significativo en la cantidad de entradas que podamos llegar a vender, como así también determinar cuántas personas pueden ingresar de manera cómoda al estadio”.
“Desde nuestro punto de vista en este momento, nuestra presunción es que los próximos tres partidos internacionales se lleven a cabo a puerta cerrada hasta que se nos diga algo diferente el gobierno”.