Desde el éxtasis a la agonía; eso es más o menos la historia de la Copa del Mundo de Rugby para el Seleccionado de Irlanda. Este fue el presente del equipo del “Trébol” despés de la salida en cuartos de final debido a una combinación de lesiones de jugadores claves y la suspensión de Sean O’Brien.
Perder a Paul O’Connell, Peter O’Mahony y Jonathan Sexton fueron bajas por demás importantes las cuales hicieron perder las esperanzas de avanzar más lejos en Inlgaterra 2015, mientras que a la lista de lesiones, se le sumó la Tommy Bowe quien dejó la cancha en el partido frente a Los Pumas.
Irlanda terminó la fase clasificatoria del Mundo con una sólida actuación con cuatro victorias en cuatro partidos disputados, récord en una primera rueda para los de verde, pero el paso a la siguiente fase le terminó costando muy caro.
En la previa, todo hacía pensar que Irlanda después de conseguir dos títulos en el Seis Naciones y los buenos partidos realizados frente a una gran potencia como lo es Nueva Zelanda, entusisamó a los dirigidos por Joe Schmidt a pensar que la Copa Webb Ellis no estaría muy lejos de conseguir.
Después de un sorteo favorable en la primera fase del Mundial ante rivales como Francia, Italia, Canadá y Rumania, todo hacía pensar que el camino en la Rugby World Cup 2015, sería más que largo e interesante. Pero las lesiones le fueron pegando fuerte a un plantel que si bien pudo contar con jugadores de reemplazo de nivel como lo fue el caso de Luke Fitzgerald, la derrota en Cardiff frente a Los Pumas, pegó fuerte en el seno del equipo de camiseta verde.
De cara al futuro hay razones para el optimismo para los irlandeses, que parecen haber descubierto el sucesor natural de O’Connell en Iain Henderson. También hay sectores de preocupación, sobre todo en la primera línea, donde tendrán Rory Best y Mike Ross para ser reemplazado más temprano que tarde, mientras que Jamie Heaslip, Sexton y Rob Kearney no terminaron de convencer y habrá que esperar el rendimiento de ellos en las distintas competencias.
Aún así, es un grupo prometedor en general, con la combinación adecuada de juventud y experiencia, así como la mano guiadora de Schmidt, que es muy mucho contendientes por un tercer título consecutivo.
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