Historia argentina, polo y asado. Como en cada ocasión en la que se trasladan al país, los All Blacks aprovechan los momentos de distensión para empaparse de la cultura nacional. Esta vez, algunos de los hombres de negro visitaron el Museo de la Memoria (ex ESMA) y luego disfrutaron de una jornada de polo en el Campo Argentino, en Palermo, mientras que el resto viajó a Ellerstina, en General Rodríguez, el campo emblemático de la familia Pieres.
Hoy, tras el desayuno con té, café, frutas, cereales y huevos revueltos, una parte de la delegación partió hacia el predio de la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde funcionó el centro clandestino de detención, tortura y exterminio durante la dictadura. Ubicado en Núñez, actualmente es un espacio abierto a la comunidad, que busca preservar la memoria y promover y defender los derechos humanos. En esa línea, allí se organizan visitas diarias y los neozelandeses aprovecharon la ocasión para escuchar conceptos fundamentales vinculados al pasado reciente de la Argentina.
“El ambiente hoy era solemne y emotivo a la hora de la visita de un grupo de los jugadores a la ESMA, un museo de derechos humanos aquí en Buenos Aires, establecido para conmemorar las 30.000 personas desaparecidas en Argentina durante la dictadura militar entre 1976 y 1983. La angustia inimaginable de este período todavía se siente hoy”, escribieron los All Blacks en su cuenta de Instagram.
Luego, ese mismo grupo regresó por la Avenida Libertador hacia el Campo Argentino de Polo. Eran 14 jugadores, algunos miembros del staff técnico e integrantes de la embajada de Nueva Zelanda en la Argentina. Entre los All Blacks más relevantes se encontraban Ben Smith y Dan Coles.
Después, los visitantes se acercaron a los palenques y conversaron con los polistas antes del partido: Nicolás Corti Maderna, Juan Carlos Harriet, Francisco MacGloughlin, Andrés Lariguet, Julio Novillo Astrada y Carlos Menéndez Behety. Los jugadores argentinos les enseñaron los conceptos básicos, los rugbiers se animaron a probar con tacos cortos y unos minutos más tarde los profesionales montaron los caballos para disputar dos chukkers. Una de las curiosidades de la exhibición tuvo como protagonistas a dos ex integrantes de los Pumas: Gonzalo Quesada, el actual coach de Jaguares, y Manuel Contepomi.
Tras el encuentro, varios All Blacks se animaron a realizar un recorrido montados a caballo. A uno de los que pudo verse fue al segunda línea Jackson Hemopo, de casi dos metros y 112 kilos. También a Liam Coltman y Smith. Finalmente, llegó el momento de degustar la carne argentina. De ese placer disfrutaron los integrantes del plantel y los polistas, acompañados por Eduardo Novillo Astrada, presidente de la Asociación Argentina de Polo. El asado, naturalmente, fue muy elogiado por los hombres de negro.
Los jugadores del mejor equipo del mundo aprovechan para recorrer cada destino que visitan y, sobre todo, relajarse. Se mueven con simpleza. El otro grupo de neozelandeses conformado por los hermanos Beauden y Jordie Barrett, Brodie Retallick, Anton Lienert-Brown, Sam Cane, Brad Weber, Luke Jacobson, el entrenador Steve Hansen y su asistente Ian Foster se dirigió a Ellerstina. Una vez en el campo fueron recibidos por la familia Pieres. Después del desayuno, los anfitriones les mostraron cómo llevan a cabo las tareas diarias con sus caballos, las crías y el mantenimiento de las canchas.
Hubo intercambio de fotos, abrazos y los All Blacks les entregaron una pelota firmada por todo el plantel. En tanto que Ellerstina les obsequió una camiseta de la Z. Mientras encendían el fuego, se armaban grupos de charlas; hubo risas y anécdotas deportivas. Amantes del golf, los visitantes jugaron un par de hoyos. Y como la carne argentina entra en sus almuerzos y cenas, en General Rodríguez se hicieron tiempo para otro asado. “Vivieron un momento hermoso. Se divirtieron muchísimo, se distendieron y una vez más comieron como si fuera la última vez en sus vidas”, detalló Javier Pintos, de WeGolf.
“Al salir del hotel, en la combi cargamos 8 o 9 bolsas de golf y cuando llegamos a Ellerstina lo primero que hicieron los All Blacks fue bajar ellos todas sus bolsas. Ni se les ocurre mirar cómo las bajan otros. Al regreso lo mismo: Cane agarró tres bolsas. Impresiona la educación que tienen”, detallan quienes compartieron el día.
Los hombres de negro arribaron a Buenos Aires el sábado y se hospedan en el hotel Emperador, el mismo sitio que suele albergarlos todos los años. El domingo, para distenderse, el plantel jugó al cricket. Además, el San Andrés Golf Club recibió entre otros a los hermanos Barrett, Retallick, Weber, Lienert-Brown, Jacobson y el capitán Cane. El golf es uno de los deportes favoritos de varias de las estrellas neozelandesas. Por otro lado, a los habituales entrenamientos en el SIC suelen añadirles caminatas en la zona de Retiro.
Siempre estarán dispuestos a firmar autógrafos o sacarse una foto con todo aquel que lo desee. Son grandes protagonista sin caer en el divismo. Los All Blacks que andan sueltos por Buenos Aires disfrutaron de su día libre. Una jornada de descanso y tranquilidad. Necesario para cambiar el aire y conocer algo de la historia argentina.
Por: Fernando Vergara
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