El mes de noviembre suele ser el más cargado del rugby internacional. El hemisferio sur sube al norte para demostrar esa supremacía que se mantiene desde que empezaron aquellas giras en 1900.
Los Pumas, en su peregrinar anual desde 1996 -tan sólo en 2003 no se viajó a Europa- regresan al Viejo Continente. A diferencia de otros viajes, el que arrancó el domingo y que tendrá el primero de tres partidos este sábado, tiene la finalidad de encontrar un rumbo que parece perdido. Mucho se ha escrito y se ha dicho sobre los problemas que llevaron a Santiago Phelan a dimitir el cargo. Hoy es Daniel Hourcade quien debe comandar un equipo que necesita mostrar su personalidad deportiva. Hoy y ahora sólo debiera importar recuperar el prestigio que se puso en juego.
Twickenham, ojalá, marque el comienzo de una nueva y mejor era. El Huevo tiene la base del Rugby Championship aunque tres lesiones incomodan el armado del equipo: Chipi Figallo, el capitán Juan Fernández Lobbe y Agustín Creevy no podrán jugar. Ojalá se pueda ver a los jóvenes que vienen pidiendo pista. Si Pablo Matera mostró su valor en el Rugby Championship, es de esperar que jóvenes valores como Santiago Cordero, Santiago Iglesias, Tomás Lavanini y Matías Díaz (los cinco fueron M20 en junio de este año) puedan empezar a conformar la base del seleccionado por los próximos años.
Obtención, utilización, confianza y defensa
Ya están Los Pumas en Inglaterra. Estos Pumas, que estrenan casi todo (staff, capitán y algunos jugadores) son los que van a poner la cara y a salvar el honor de un equipo que ha sido mancillado – deportivamente- durante dos partidos del Rugby Championship y nos animaríamos a decir que también, durante la ventana de junio, ante el rival del próximo sábado.
Daniel Hourcade tiene ante sí una oportunidad única e histórica para ver cómo encaja su visión del juego en este equipo y si por ende, las cosas que podrá ejercitar en estos días con el plantel dan sus frutos.
Lo importante será que el equipo siga teniendo obtención clara, en primer lugar; que el scrum y el line sean abastecedores de pelotas, y si son de calidad mucho mejor, pero primero, la pelota. En segundo, que la utilización sea adecuada, sin importar que sea arriesgada, porque es una característica de Hourcade darles libertad a los jugadores para atacar y buscar alternativas. No habrá locuras, eso sí. Y sí, lo que deberá haber es un orden defensivo. Solidez y paciencia para no desarticular ni alborotar el plan en este aspecto. Y lo que se debe sostener a rajatabla es la baja cantidad de penales que se han venido come-tiendo, porque eso es un ítem positivo que suma y mucho para la confianza.
Por: Frankie Deges/Eugenio Astesiano
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