Bernardo Stortoni, que volverá a la Selección luego de 17 meses, se recuperó de una parálisis facial y se lo contó al diario deportivo Olé. Tiene muchas expectativas de estar nuevo en el equipo.
El último semestre no fue sencillo para Bernardo Stortoni. Un problema de salud lo paró durante cuatro meses; reapareció en el Bristol y al segundo partido se lesionó una rodilla; semanas después, el club inglés le avisó que no le renovaría contrato para la próxima temporada. Más allá de que el bahiense se tomó la racha con calma, un llamado desde la UAR le renovó un poco el aire: Marcelo Loffreda lo incluyó en la lista de 22 Pumas para enfrentar a Irlanda el sábado 26, en Santa Fe. "Me viene bárbaro. Estoy feliz por la convocatoria. De los 30 mundialistas, 26 ó 27 ya están definidos. Pero uno nunca descarta la chance de estar. Tengo que dar todo y si se da, se da", le contó Bere a Olé, aún desde Inglaterra. En estos días regresará al país.
Durante la charla, Stortoni (30 años) se animó a hablar sobre la parálisis facial que sufrió en noviembre y que lo marginó del rugby hasta marzo. "Me diagnosticaron parálisis de Bell, generada por un virus; creo que es lo mismo que tuvo Guillermo Barros Schelotto. Se me paralizaron los músculos de la mitad derecha de la cara. Ya la tengo recuperada en un 90%", explicó. Bere sentía dolores detrás de la oreja y pensó que se debía a algún golpe. Hasta que una mañana, tras la práctica, se llevó un susto. "Comí un poco de yogur y se me cayó de la boca. No podía masticar. Me miré en un espejo y tenía media boca paralizada", relató el fullback.
Los médicos del club y la Unión inglesa lo trataron inmediatamente y lo medicaron. "Me hicieron estudios de todo tipo, con buenos resultados. Y me garantizaron que no quedarán secuelas. Pero no te pueden decir con exactitud por qué pasó. Puede ser por stress, por defensas bajas…". Los primeros cuatro días tomó medicamentos especiales y luego, a esperar la recuperación con paciencia.
La rehabilitación de la cara se llevó la mayor parte del tiempo. Para recuperar la movilidad de la boca, Bere hacía ejercicios contra el espejo y aumentó las sesiones de mate. Logró volver a los entrenamientos pero no podía jugar porque el ojo no le cerraba. Por consecuencia, no se lubricaba y cualquier golpe podía derivar en infección. "Era frustrante. Me tenía que poner un parche para entrenarme y hasta para dormir. También hice un tratamiento con una máquina específica para eso. Igual, le decía al preparador físico que me matara con trabajos así llegaba muerto a casa y no pensaba tanto en el tema", admitió Bere.
La parálisis quedó atrás. Bristol también. Stortoni pisará la Argentina y tendrá por delante un desafío con la Selección. Algo muy interesante en qué pensar.
Por Ezequiel Iribarren (Diario Olé.com.ar)