“Es todo mentira”. Así, de una, y sin preámbulos, Rodrigo Roncero desmiente la información que por estas horas publica la prensa francesa. ¿Cuál? Que ya puso el gancho para jugar una temporada más en el Stade Francais.
“No sé de dónde salió, pero nada más alejado de la realidad. Mi contrato se termina en junio”, agrega el pilar argentino, que hace un mes y medio le había dicho a Scrum que estaba analizando la posibilidad de ponerle punto final a su carrera como jugador.
Para Rorro, que llegó al París en 2004 luego de jugar dos temporadas en Gloucester, la data que anda dando vueltas fue mutando hasta convertirse en un teléfono descompuesto: “Es cierto que hace aproximadamente 20 días el presidente (Thomas Savare) me ofreció seguir por un año más. Pero la realidad es que no le respondí nada en concreto. Creo que recién a mediados de marzo voy a tener una decisión tomada”, cuenta este gladiador de la primera línea Puma (47 caps y tres Mundiales).
-¿Por qué en marzo y no ahora?
-Porque me parece un tiempo prudencial como para anunciar si vuelvo a la Argentina o me quedo un añito más en París. Pensá que yo me muevo en familia -su esposa, Gabriela, y sus tres hijas: Juana, Lola y Mila-. Si regreso al país, tengo que empezar a preparar todo con mucha anticipación. Colegios, casa… un montón de cosas.
-¿No barajás la opción de largar el rugby pero quedarte viviendo en París?
-No, la verdad es que no. Si bien acá pasé los mejores momentos de mi vida, tengo muchas ganas de volver a la Argentina e instalarme allá.
-Si tu decisión final es irte del Stade Francais y pegar la vuelta, ¿eso también cancela la posibilidad de que juegues el Rugby Championship?
-La realidad es que podría jugarlo porque, al estar en la Argentina, entrenaría con el PlAR y lo máximo que estaría lejos de mi familia serían dos semanas (del 22/9 al 6/10; gira por Nueva Zelanda y Australia). Y eso está bueno, porque si siguiera en el París me tendría que despedir como por tres meses y eso es algo que ya no haría de nuevo.
-¿Entonces, sí?
-No, no. A pesar de lo que te dije, es difícil, muy difícil que lo juegue. Es cierto que es tentador que se trate del primer torneo contra las potencias y la realidad es que nunca se sabe qué puede pasar en el futuro, pero la veo complicada.
-¿Por qué?
-Porque siento que ya cumplí un ciclo como jugador y que a esta altura, con 34 años -en febrero cumple 35-, hay otras cosas que empiezan a tirar más fuerte que el rugby. Por eso quiero terminar mi carrera jugando bien, como corresponde. No la estiraría sin estar convencido, porque sé que después me voy a arrepentir.
-Ya hablás como si la decisión estuviera tomada…
-No, todavía no, pero la realidad es que cada día que pasa estoy más cerca de largar que de seguir. Esa es la única verdad.
Por Ramiro Guillot
Scrum.com
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