Rugby Championship. Un micrófono fue hallado oculto en una silla de una sala del hotel donde se alojaron los neozelandeses en Sydney para su partido debut en el torneo, que terminó con paliza de los campeones del mundo sobre los Wallabies.
Un micrófono de espionaje fue descubierto en el hotel de Sydney donde se alojó el plantel de la selección de rugby de Nueva Zelanda, indicó este sábado la policía australiana, horas antes del inicio del partido contra los Wallabies por la primera fecha del Rugby Championship, que terminó con victoria 42-8 de los All Blacks.
El sofisticado aparato estaba escondido en una silla y se lo descubrió durante un control de rutina efectuado en la sala de reunión utilizada por los neozelandeces, declaró la Federación de Rugby de ese país (NZR).
“El hotel inmediatamente abrió una investigación, nosotros le informamos a la Federación Australiana de Rugby (ARU) y decidimos confiar la investigación a la policía. Es prudente no dar más detalles”, declaró el presidente de la NZR, Steve Tew. “Las investigaciones van a seguir su curso”, confirmó la policía del estado de Nueva Gales del Sur.
Los All Blacks se alojaron en el Intercontinental Sydney Double Bay hotel, cuyo responsable señaló que estaban llevando adelante por su lado una investigación tras la denuncia de la NZR.
Tew también señaló que había conversado el tema con el presidente de la ARU, Bill Pulver, quien se declaró por su lado “conmocionado” por este escándalo. “Por supuesto (que la ARU no está implicada). Es algo completamente absurdo. Pienso que es un concepto absurdo instalar un micrófono en una sala de reunión de un equipo. No veo cómo eso puede suceder”, apuntó Pulver.
El micrófono, ubicado en una silla, fue descripto como un aparato similar a los que usa la policía y los servicios de espionaje. Según el diario New Zealand Herald, el tapizado de la silla fue cortado con mucha prolijidad para instalar el micrófono y luego volver a coser el sector para que nadie advirtiera la maniobra.
Si el objetivo de la maniobra, propia de una película de James Bond, era obtener información útil para contrarrestar el juego de los neozelandeces, de poco sirvió: los All Blacks marcaron seis tries, le dieron una paliza a sus vecinos y repitieron la victoria conseguida en la final del último Mundial (en aquella ocasión fue 34-17).
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— Malakai Fekitoa (@MalakaiFekitoa) 20 de agosto de 2016
Clarin.com