El entrenador del XV de Francia Fabien Galthié, se mostró contento con el desempeño de su equipo, subrayó cuánto respetaron sus jugadores el marco establecido antes del encuentro. Aprovechó para felicitar a su capitán Baptiste Serin.
¿Cómo valora este éxito conseguido con un equipo tan joven?
Es una victoria que alegra a los jugadores, que han trabajado duro para ganar este partido, y a todo staff, que ha trabajado durante tres semanas preparándose para esta gira. Una victoria a este nivel siempre es bonita.
¿Le sorprendió la forma en la que los nuevos abordaron este encuentro, de forma muy desinhibida?
Estábamos desinhibidos o estábamos estructurados. También podemos decir que tuvimos un partido coherente con una hoja de ruta que fue seguida por los jugadores. Fueron justos en tiempos difíciles y en tiempos dominantes. Aprovecharon muchas oportunidades. Marcaron el rumbo para quedarse con el triunfo. No creo que me sorprenda. Teníamos la ambición de jugar un partido así, sin saber cuál sería el resultado.
El scrum fue muy eficiente ¿Compartes este sentimiento?
Podemos decir cosas buenas de Georges-Henri, pero el scrum es un evento colectivo y estructurado. El pilar derecho es muy importante en el scrum, pero hay que felicitar el trabajo colectivo. En este sector de juego trabajaron veintitrés forwards. Nuestro scrum nos permitió darnos una buena base y estar presentes durante todo el partido. El scrum merece una muy buena calificación.
¿Este partido promete mucho para el futuro?
Sí, para todos. El grupo de entrenadores, nuestra visión, la forma en que gestionamos a los mejores jugadores del rugby francés. Para los jugadores individuales, también es desarrollo personal. Para muchos es un descubrimiento, pero también la culminación de un camino coherente. Para otros, incluido Baptiste (Serin), es la oportunidad de volver a vestir la camiseta, de creer en uno mismo y de vivir algo poderoso. Baptiste puede estar orgulloso de lo que hizo por el equipo. Es el fruto de tres semanas de inversión. Algunos han atravesado a veces un camino plagado de obstáculos. Mientras consigamos formar la élite y a nuestros mejores jugadores, nuestra selección francesa podrá ser más fuerte. Es una forma de emulación interna que también debe caer dentro de los clubes.
En el lado negativo, hubo algunos fallos en las subidas defensivas tras patear. ¿Está esto relacionado con la aprehensión de la nueva norma?
Es exactamente eso. Es un mal reflejo. No es por falta de trabajo porque los jugadores realmente trabajaron en ello. Por cierto, creo que, en cinco años, esta es la mejor preparación que hemos conocido en términos de contenidos. Sin embargo, los reflejos adquiridos durante los últimos cinco años a veces quedan anclados. Es cierto, por ejemplo, que Antoine Hastoy no tuvo el reflejo de subir tras una jugada a los pies de Léo Barré. Al igual que este último también podría haber subido. Él no tenía este reflejo. Todos se miraron un poco. Y perdimos cuarenta metros.
¿Qué opinas de la actuación de tu capitán Baptiste Serin?
Cumplió su palabra como los demás. Siempre pregunto a los jugadores si quieren venir. Les digo que tienen la posibilidad de negarse, pero si vienen, deben dejar de lado todo lo que les pesa para vivir plenamente los momentos de felicidad. A veces hay alegría, a veces hay desilusión. Pero como todos los que vinieron, Baptiste cumplió su palabra.
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