Cuando su club comenzaba a vivir un sueño, Facundo Beltramino no podía disfrutar el de muchos otros. Al infalible pateador gitano la vida en Escocia no se le hacía nada amigable ni aun cumpliendo el anhelo de jugar al rugby profesionalmente.
De tanto ver disfrutar a sus amigos no aguantó más los días de lluvia y frío. Armó el bolso y regresó por la gloria. La decisión de retornar al primer amor fue tan buena que hoy la evalúa como la mejor de su vida. Sus compañeros, agradecidos, disfrutan de un ejecutante a los palos que en la primera rueda del nacional de clubes les entregó 77 puntos. Casi el 60% de los 132 que anotaron los gitanos.
-¿Por qué están entre los ocho mejores del país?
– Es un laburo que viene desde hace mucho. Se juntaron varias buenas camadas en esta primera, pero hay que recalcar el trabajo de todos los que están atrás de este equipo. También el corazón que tiene este equipo. Somos 15 enfermos. Dejamos todo y no nos importa nada. Amamos al club y eso es lo más fuerte que tenemos.
– Ahora viene un desafío lindo como serán los cuartos de final del Nacional
– Tenemos que hacernos responsables de esta situación. De lo que conseguimos. Vamos a seguir jugando igual. Ojalá que queden varios partidos más. Creemos en nosotros mismos.
Comunicación UAR
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