Genaro pasó de estar casi excluido por unas declaraciones inoportunas a jugar un test grande. “A todo o nada”, se lo toma el cordobés.
A sólo una cuadra y media del hotel que ocupan Los Pumas hay una protesta de trabajadores. Y en la puerta del cinco estrellas Alejandro I, la Selección tiene piquete propio… casi permanente. Es mediodía y domina el target jumper colegial, 13 a 16 años, mochila, cuaderno y celular con camarita. La ciudad acusa recibo del test de mañana contra Inglaterra, en el estadio Martearena. Por eso, la noche anterior el plantel debió hacer en micro las cuatro cuadras hasta un restaurant. Arden por Hernández, claro. Pero hasta el staff es abordado. Y en medio de esa movida está Genaro Fessia, un cordobés que a los 27 años recibió la gran chance: será N° 6 titular en un partido pesado.
Trazando un paralelismo con el tenis, podria incluirse a Fessia en el grupo del rugby humilde, del segundo escalón, como los jugadores de challengers. Lleva cinco años y una veintena de partidos en distintos seleccionados nacionales, pero en la Mayor apenas dos tests, uno de titular y en el 2005. “Los Pumas son una obsesión para mí. Siempre me dediqué mucho para tener las herramientas y poder llegar. Pero bueno, no es fácil. Ya si este año no quedaba en los Jaguares me iba a dedicar más al estudio, al trabajo. Pero me llamaron y no tengo que trabajar, jaja”, le cuenta a Olé.
El ala de Córdoba Athletic -estuvo un año en el Sale inglés, casi sin acción- tocó las puertas del cielo en el 2007, cuando integró la preselección para ir al Mundial de Francia. El último corte de Marcelo Loffreda lo incluyó a él y aquella tarde dejó llorando la concentración del Newman. “Fue un golpe duro.
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