Este sistema, lo que permite es que cuando un colegiado sancione a un jugador con tarjeta amarilla, tenga ocho minutos para poder cambiar su decisión y expulsar al hombre en cuestión si lo amerita. En el certamen a disputarse en Francia, en caso de que se aplique, serán diez los minutos disponibles para poder efectuar dicha acción.
Cabe recordar, que la gran diferencia entre ambas cartulinas es que la amarilla saca de la cancha durante diez minutos al sancionado, mientras que la roja imposibilita volver a jugar el partido.