Duendes ganó 24 a 23, pero también pudo ser de Gimnasia, quien al final se quedó sin la posibilidad de defender el bicampeonato en la ronda final.
Partido de dientes apretados. Con mucho nervio. Con mucha presión anímica, sobre todo por el lado de Gimnasia. Y terminó siendo un partido con más errores que aciertos, con cierto desorden y casi nula capacidad para tomar la decisión adecuada. Fue triunfo de Duendes por 24-23 (5-1), pero también pudo ser de Gimnasia, quien al final se quedó sin la posibilidad de defender el bicampeonato en la ronda final.
Arrancó mejor Duendes, porque supo venirse desde el fondo con algunas pelotas que el pie de Gimnasia dejó en las manos de Miralles y alguno de sus socios. Lo cual es una gran ventaja para los verdinegros, que lo aprovecharon enseguida con la corrida de Fulco para el primer try, cuando todos recién estaban calentando motores.
La respuesta no se hizo esperar. Gimnasia, empezó a sacar algunas ventajas en las formaciones fijas, mínimas, pero suficientes para intentar algo. Pero sin demasiada claridad, con cierto descontrol, favoreciendo siempre la reposición defensiva del rival. Se planteó de ida y vuelta, con un Duendes presionando en todos los sectores, sobre todo cuando el local buscaba dar la primera puntada con su tercera línea.
El try de Di Sábato, en una rápida corrida por el touch pareció que iba a plantear un partido más dinámico, más abierto. Pero solo fue un amague. La torpeza se siguió acomodando cada vez más en el panorama de ambos. Solo era cuestión de ver quien empujaba más y asi llegó el try penal de Duendes.
Pero por suerte, apareció Martín Molina para sacar de la galera una jugada individual, pasando por donde nadie lo esperaba, dejando gente en el camino como postes y su zambullida bajo los palos terminó siendo lo mejor de la tarde. Lamentablemente lo único que quedará para recordar, junto a las arremetidas del Pitu Miralles desde el fondo, rematando una de ellas en el ingoal cuando ya se iba el período.
El complemento mostró a un Gimnasia más dominante, pero no por eso más efectivo. Tuvo más posesión, pero no por ello una mejor utilización. Inclinó la cancha a su favor, pero no supo decidir caminos. Hasta se dio el lujo de no patear un par de penales factibles, seguramente pensando en el try y el punto bonus. Puntos desperdiciados que luego lo lamentaría.
Duendes en cambio, se mostró un poco más atrevido. Incluso jugando desde su propio ingoal, a partir de pelotas recuperadas. Como queriendo sacarse el karma de los malos segundos tiempos de los últimos partidos. Y apenas pasó al campo rival, tras varias fases, por el abierto llegó el try del capitán Boffelli, que apareció como un wing.
A diez del final, Gimnasia fue por la heroica. Lichi Bosch y Leo Senatore, fueron los abanderados. A veces en soledad, sin apoyo, chocando contra una defensa ordenada, que no dejó espacios. Forcejeo tras forcejeo. A pura emoción, pero con poco juego. Fue un “a la carga barraca” que dio sus frutos cuando tras un par de scrums en cinco de Duendes, se durmió Gulino y Dañil facturó en el ingoal. La conversión de Molina se fue afuera y el festejo que más se escuchó fue el de Santa Fe RC, allá en Sauce Viejo.
El pitazo final de Blengio desató la otra cara del deporte. La de la intolerencia, la del absurdo. Fue una batahola, de la cual participaron jugadores y público, como nunca hemos visto en más de 30 años de seguir al rugby de la ciudad. Lamentable, para repudiar una y otra vez. Las voces que nunca falta no dudaron en acusar a Fulano, porque Mengano, porque Zutano, etc. etc. Seguramente el uruguayo Blengio y sus colaboradores darán un informe para que Disciplina tenga elementos para intervenir. Además, muy cerca del escándalo estaban varias cámaras de TV, indiscutible aporte que debería ser valorado por quienes tienen la obligación de juzgar conductas deportivas. Esperamos que los responsables reciban su sanción, desterrando esa cultura de los últimos tiempos por la cual las cosas pasan, pero nadie es culpable.
Cancha: Gimnasia y Esgrima, Parque Independencia
Arbitro: Eduardo Blengio, Uruguay
Reserva: Gimnasia 24-12 Duendes
Gimnasia: Kolonisky, López (Montes) y Poza, Annunziatta (Algacibiur) y L.Bosch; Salgado, Senatore y Tosto (cap); Dañil y Molina; Di Sábato, Ferullo, Edery y Casella; Sala.
Entrenadores: M.Galay – M.Ponzellini.
Duendes: Sodini, Reyes y Bordoy (Céspedes); Peña (Pujol) y C.Boffelli (cap); Gorosito, Vignolo (S.Boffelli) y M.Boffelli; Gulino y Mangiamelli; Méndez, Escalante, Gatarello y Fulco; Miralles.
Entrenadores: R.Pérez – G.Conde
Primer tiempo:
4´ try de Fulco 0-5
9´ try de Di Sábato 5-5
16´ try penal, gol Mangiamelli 5-12
28´ amarilla a Gorosito (DRC)
29´ penal Molina 8-12
33´ try y gol Molina 15-12
39´ try Miralles 15-17
Segundo tiempo:
8´ amarilla a Di Sábato (GER)
14´ penal Molina 18-17
30´ try C.Boffelli, gol Mangiamelli 18-24
43´ try Dañil 23-24
Autor: Carlos E.Bustos