Hay un viejo dicho que recalca que el partido termina recién cuando el árbitro pita el final, antes nunca. Y a eso se aferró ayer Jockey Club para dar vuelta un marcador adverso y quedarse con la victoria ante Córdoba Athletic por un ajustado 27-26, en el cierre del partido. La yapa fue muy grande, ya que en esa jugada pasó de estar prácticamente sin chances a ponerse nuevamente en carrera.
En el rugby, como en cualquier deporte, los merecimientos no existen. Jockey Club justificó la victoria en su mayor ambición, más allá de que la definición del partido nació de una jugada al menos dudosa.
El verdiblanco perdía 20-26 y el partido se jugaba en mitad de cancha. Córdoba Athletic tuvo un line a su favor pero al no realizarlo en tiempo y en forma, el juez sancionó un penal. La pena hubiese sido un free kick, pero Tomanovich interpretó que la demora del jugador cordobés, ante la inminente finalización del encuentro, era juego desleal y por eso cobró el penal del que se generó el try del triunfo local.
Crespi pateó la pelota al touch cerca de la bandera y Jockey apuntó todos los cañones en ese último line. Sin problemas, los verdiblancos descolgaron la pelota y, paradoja del destino, mediante un maul (sí, un maul) llegaron al try. Negroto había llegado a la línea de sentencia en dos tiempos pero los nervios no terminaron allí ya que el triunfo dependía de la conversión. Pero el botín de Crespi volvió a mostrar su filo y cuando la pelota atravesó la hache sentenció la historia.
Ese sufrimiento Jockey pudo evitarlo si en el resto del cotejo no hubiese cometido la cantidad de errores que cometió, muchos de ellos llamativos para jugadores de primera división. Resulta poco entendible que por problemas en el manejo de la pelota haya dilapidado muchas situaciones o peor aún, haya puesto en peligro su propio ingoal al regalarle la pelota al rival.
En líneas generales el partido fue parejo. El equipo de Lluch sacó los mejores dividendos cuando jugó ordenado y sin entrar en la desprolijidad que le propuso el conjunto cordobés.
Los verdiblancos arrancaron bien, jugando con autoridad, moviendo la pelota ante un rival que sólo pudo sumar a través del pie de Luna y capitalizando gruesos errores, sobre los que Jockey tendrá que trabajar para no sufrir más dolores de cabeza. Por ejemplo, el try de González, en el cierre del primer tiempo, llegó tras un momento de duda de la última línea. Ese breve instante posibilitó que el wing cordobés, de prepo, se llevara primero la pelota con el pie, y luego favorecido por el pique, la tomara para terminar su carrera en el ingoal. El otro try, el de Barrea, llegó tras un mal pase en ataque, que dejó a contrapierna a toda la defensa y con el fullback con tiempo y espacio para definir.
Más allá de todo, lo cierto es que Jockey sigue en carrera pero deberá refrendarlo ante Sporting, un rival que en la previa asoma como accesible, pero esa será otra historia.
Fuente: Diario La Capital.com.ar
Más de cientos de jugadores se preparan para un evento único para la categoría. El Campeonato Argentino Juvenil M17 2024 entra en su etapa final y los diferentes...
Leer Más