El mapa político del rugby argentino o para ser más específico, de la Unión Argentina de Rugby, está un tanto revolucionado ya que de cara a las elecciones de marzo próximo en donde se conocerá quien será el reemplazante del actual Presidente, el rosario, Carlos Araujo, se dirime entre dos nombres propios: el sanjuanino, Marcelo Rodríguez o Gabriel Travaglini ex jugador de Los Pumas en la década del setenta y ochenta y ex Presidente del Club Atlético San Isidro.
La Unión de Buenos Aires (URBA), que tuvo su asamblea el 27 de diciembre pasado, propuso al actual secretario de la FUAR (Fundación Unión Argentina de Rugby) para ocupar la presidencia de la entidad madre del rugby argentino mientras que el resto de las Uniones del país se mostraron encolumnadas detrás de Rodríguez, actual miembro del Board de Jaguares y titular de Sudamericana Rugby.
Una fuente le confirmó a CORDOBAXV, que Rodríguez tuvo un apoyo unánime en la última reunión en Paraná realizada durante el Seven de la República en Diciembre pasado, en donde el sanjuanino, contaría con el voto de 24 uniones contra ninguno del ex forwards del seleccionado argentino. Si bien CORDOBAXV pudo hablar con Travaglini, el ex presidente del club académico prefirió no adelantarse en cuanto a temas político y esperar al mes de febrero en donde buscará comunicarles a los presidentes de las uniones su proyecto en caso de ser elegido como reemplazante de Araujo.
Por este motivo, es que la charla se orientó más al presente del rugby argentino como así también la llegada de Mario Ledesma a Jagures y el presente no tan bueno de Los Pumas.
– ¿Cómo vez el presente del rugby argentino?
– Crecí pensando en que la “guita” la tenía que buscar en otro lado porque el rugby era una diversión. Cuando me iba de gira con el CASI o Los Pumas, podías hacer lo que quisieras siempre y cuando a las ocho de la mañana estés listo y sobrio para el entrenamiento, era otro juego. Entiendo que todavía falta un poco para que nos terminemos de adaptar justamente a estos cambios de la actualidad. En La primera gira que hicieron los Lions a Nueva Zelanda fue en 1873, en ese momento los jugadores necesitaban tener, 10 libras, un saco y un pantalón, ya que lo único que te daban era la camiseta, y te ibas tres meses. Hoy los jugadores viajan en avión, en primera clase y les pagan por partido jugado. Estos cambios que pasaron en todo el mundo van a pasar acá. Muchas veces escucho que se compara el amateurismo con el profesionalismo y ninguno de los dos es bueno y malo, hay que buscar un equilibrio. Cuando la locomotora dejó de ser a carbón y pasó a ser eléctrica, el fogonero se habrá querido matar, pero esto es así y hay que seguir progresando. Lo más importante es ver cómo articulamos ese cambio, ese proceso, y acá lo hablo desde el punto de vista como integrante de un club como el CASI. Nosotros siempre presionamos a los chicos del club para que jueguen “profesionalmente” pero con espíritu amateur. Cuando habló como profesionales, me refiero a que los chicos deben ser responsables, tienen que estar concentrados, entrenarse, no lastimarse, si ganan o pierden es otro tema porque pienso que los clubes deben formar personas después si juegan al rugby es una casualidad. Y hago hincapié en lo de formar personas porque el jugador que a los 33 o 34 años que no se lastimó todavía le quedan 30 años más de vida.
– Te escucho y pareciera que nosotros estamos recién ahora queriendo entrar en una etapa profesional siendo que hace varios años que jugamos con los mejores en el Rugby Championship y estamos próximos a disputar la tercera edición del Super Rugby con Jaguares…
– Desde el primer momento apoyé el profesionalismo desde Los Pumas porque creo que es la única forma que tenes para competir y estar en primer nivel. Si repasas la historia, el primer equipo profesional fueron los New Zealand Cavaliers que era Nueva Zelanda disfrazado. Fueron en el 86 a Sudáfrica como Cavaliers bancados por las Yellow Page (páginas amarillas) y les dieron USD 30.000 a cada uno para que hagan un torneo profesional. Después de ahí llegaron algunas suspensiones pero la IRB (actual World Rugby) tuvo que hacer el clic en donde tomaron la determinación de realizar el primer mundial en 1987.
– ¿Qué idea tenes de la Unión Argentina de Rugby en donde se está apostando mucho al rugby de los clubes más allá de Jaguares y Los Pumas?
– Esa idea siempre fue la misma. Cuando jugaba en Los Pumas, yo me entrenaba martes y jueves en mí club y lunes y miércoles con el seleccionado y en aquel momento los entrenadores ya miraban a los clubes. Los jugadores salían de los clubes y todos nosotros representábamos a los clubes de Argentina. Debuté en los Pumas en 1978 y cuando te tenías que presentar, no decías, Gabriel Travaglini de Buenos Aires, eras Gabriel Travaglini del CASI, y el “Topo” Rodríguez decía del Tala Rugby Club y está bien que así sea porque los clubes siempre están detrás del rugby. Lo que sí, hay que terminar de ampliar esa base para que los Pumas y Jaguares tengan una cimiento grande el cual pueda abastecer a Los Pumas, Jaguares, Argentina XV, Pumas 7s, para que los clubes no dependan de un jugador a la hora de cederlo a un seleccionado nacional o no pensando en afrontar los torneos provinciales.
– Es decir que sos de la idea de que de esta base de jugadores se nutran los seleccionados nacionales y no que vayan y vuelvan a sus clubes….
– Es que ese es un conflicto en donde más allá de los estatutos de los clubes, hay uniones como la de Buenos Aires que no permite que sus jugadores cobren. En el CASI si un jugador cobra, el club pierde la esencia como así también sus estatutos. El profesionalismo en los clubes no va a existir nunca por dos razones, primero porque hay que modificar los estatutos y segundo porque no hay plata, esto no es fútbol. El crecimiento que han tenido los Jaguares y Pumas, es gracias a la plata que se consiguió de esos proyectos que tiene la World Rugby para hacer desarrollar más el rugby y por la gran exposición que tienen ahora los Jaguares en donde es muy atractivo para los sponsor.
– Con tu mirada, ¿a dónde estamos parados hoy con los Pumas, Jaguares, Buenos Aires campeón del Argentino, Hindú campeón del Nacional de Clubes?
– Todos esos equipos que estás nombrando tienen como objetivo sus lugares de orígenes que son los clubes. Es formar personas que si tienen la oportunidad de representar al país mejor todavía, y si tienen la posibilidad de ganar plata, bienvenido sea. Es una decisión de ellos. Hoy en día las cosas cambiaron ya que si jugas en tu club, lo haces con amigos, si lo haces por plata, dejas de jugar con tus amigos. Hoy los chicos que juegan en la franquicia argentina son amigos porque comparten muchas cosas y está más aceptado. Lo que se está haciendo hoy y desde hace unos años tanto en la UAR como en las uniones del interior como así también el trabajo que se viene realizando con Argentina XV, es algo espectacular más allá de que siempre haya cosas por mejorar. Esto es lo que hay que hacer para ir creciendo y una vez que esto crezca, se va a ver un mapa argentino en lo rugbístico mucho más amplio y eso no es porque sale un aviso en los diarios sino porque es a partir del desarrollo que ha tenido el rugby, los logros que han tenido los Pumas, los logros que han tenido los seleccionados provinciales, la participación de los clubes en las competencia que organiza la Unión Argentino como los Nacionales de Clubes y el Torneo del Interior. Eso ayudó más a la competencia y a proteger al jugador porque hay mejores entrenamientos, etc.
– ¿Crees que el cobrar plata hace que el jugador esté más expuesto y más todavía con las redes sociales en donde la gente le exige al Jaguar o Puma a ganar a cualquier precio y se molesta cuando los resultados no se dan?
– Las críticas van a existir siempre. Todo el tiempo que estuve en la comisión directiva del CASI siempre decían lo mismo. Por más que le dediquemos tiempo a todo lo vinculado con el club y tomemos decisiones nos van a criticar. Recuerdo que en mi presidencia refaccione el bar que hacía 40 años que no se cambiaba nada. Hicimos una buena inversión en donde pusimos aire acondicionado, una barra nueva, en ese momento me estaba ayudando Jorge Alem (ex Puma, ex CASI), entonces él me dice que teníamos que decidir el color de la pintura del bar. Y le contesté que lo hiciera el arquitecto que estaba al frente de la obra y Jorge me dice, lo tenemos que hacer nosotros. Y mi respuesta fue al instante: Lo pintemos de blanco nos van a putear, de celeste nos van a putear, de rojo nos van a putear y si no lo pintamos también nos van a putear porque la gente en el deporte ¿qué hace?…se descarga. Vos en tu trabajo no insultas porque podes perder tu trabajo. En tu casa no puteas porque estás con tu mujer, tus hijos y tenes que convivir con ellos, entonces la gente que hace, va al club o a la cancha a insultar porque paga una entrada o una cuota social y cree que por eso lo puede hacer. Es decir, que los Pumas ganen o pierdan, siempre los van a cuestionar. En nuestra época ganáramos o perdiéramos nos decían que éramos unos “chotos”. Recuerdo cuando jugamos contra Fiji en el primer mundial en Nueva Zelanda y perdimos, la gente nos quería matar porque tenían la imagen del Fiji que había jugado en Buenos Aires en el 80 en donde les habíamos ganado con claridad pero lo que no sabían era que ellos fueron más inteligentes que nosotros porque en el Mundial habían hecho otra preparación mucho mejor que la nuestra. Ojo que a los All Blacks y Sudáfrica también los cuestionan cuando no ganan. Eso es algo que no lo vamos a poder extinguir nunca. Hay que entender que muchas veces gana el que prevalece en la mente y no en lo físico.
– Vos como hombre del Club Atlético San Isidro, ¿te molesta que a Santiago Álvarez Fourcade lo hayan convocado a Jaguares en donde prácticamente el CASI no va a poder contar más con él o sentís un orgullo porque un jugador de tu club los esté representando en la franquicia Argentina en el Super Rugby?
– Hace tres años Vicente Boronat y Felipe Helman, fueron citados para el seleccionado juvenil que iba a jugar el Mundial M20 y el entrenador de turno de ese momento dijo que de ninguna manera debían ir porque ellos se debían al CASI y los pibes estaban llorando hechos mierda. Hablé con ellos y les dije que para mí era un orgullo que vayan al seleccionado ¿cómo no van a ir?, es una locura. Cuando uno representa a su país cobres o no, estás representando a tu país, es un orgullo. No puedo decir, déjenlo a Álvarez Fourcade en el CASI porque quiero ganar el campeonato porque de ser así estaría borrando con el codo lo que escribí con la mano a partir de lo que te dije antes de formar personas y no es así. No digo que no quiera ganar un campeonato pero hay que entender que uno pertenece a un club “social”.
– ¿Y políticamente que lectura haces del rugby argentino?
– Soy malísimo para jugar a las escondidas porque siempre me descubren. Nunca me gustó esconderme, soy malo para eso, soy muy frontal, digo las cosas como pienso y evidentemente no sé hacer política; sé negociar porque tuve muchos trabajos en donde tuve que negociar contratos importantes, etc., ahí si me siento cómodo. Hoy la política de todas las instituciones tienen que ir de la mano de las acciones y de las estrategias que se tienen que trazar y analizar pensando en el futuro y no pensando en el corto plazo. Para ser más gráfico, te cuento una experiencia: cuando viajé a China por Alpargatas para fabricar marcas de calzado hace 10 años, un día me llevan a un pueblo y veo que la autopista tenía seis carriles y había solo dos autos, entonces pregunto, ¿porqué tan grande esto?…y porque lo hicimos pensando de acá a 30 años. Creo que tenemos que realizar planes a treinta años como lo hacen las compañías e ir controlándolos y corrigiéndolos en los desvíos. Es decir, si te desviaste en los primeros seis meses y tuviste que meter mano, corregí toda la tira, no sólo esa parte mal. La estrategia y la ejecución hoy son más importante que la política.
– ¿Qué sensación te da verlos a Los Pumas en el 8º o 10º lugar del ranking de World Rugby o cuando ves jugar al seleccionado argentino?
– El rugby profesionalmente está emparejado porque todos tenemos las mismas reglas, todos tenemos los mismos elementos para entrenarnos porque el físico que tiene Tomás Lavanini no es muy distinto del que tiene Eben Etzebeth de Sudáfrica o Brodie Retallick de los All Blacks. Todos cuentan con los mismos suplementos, duermen igual y entrenan igual. ¿Cuál es la diferencia?…la fortaleza mental. Cuando hoy te distraes en cualquier deporte, perdiste. Por eso hoy hay que tener un 80 por ciento de concentración. Una leyenda de los All Blacks me dijo hace un par de años, ¿cuándo lo ves a Richie McCaw con las manos en la cintura qué crees que está haciendo?…y le contesté…descansando, no, se está reconcentrando porque él sabe que en los momentos de pelota muerta tiene que respirar y reconcentrarse. Otro de los aspectos fundamental de hoy, es hacer las cosas por repetición. Hay que entender que muchas cosas se hacen bien en la cancha porque el jugador las repite de manera automática. El jugador sabe que tiene que saber discernir qué hacer en cada momento de la cancha pero debe salir de manera mecánica. Uno no se puede acordar de todo. Por eso creo lo siguiente; vos y yo venimos al mundo de la misma manera, desnudos y llorando, después el entorno llamale casa, colegio, familia, nos van formando el carácter. Cuando vos tenes 8 o 9 años empezas a formar tu carácter por eso creo que nosotros tendríamos que ir formando nuestro carácter con el tiempo.
– Cuando uno repasa los nombres de los nuevos entrenadores de Jaguares como Ledesma, Nicolás Fernández Miranda, Martín Gaitán, tipos que tienen como ustedes una mística muy respetable por todo el rugby argentino. ¿Podrá contagiar esa mística este nuevo staff de entrenadores a los jugadores?
– Siempre les digo a los jugadores de mí club cada vez que me tocó estar cerca de ellos que del juego no sé nada. Siempre trato de hablar de valores, orientación, motivación, objetivos y de trabajo en equipo, el juego métanlo ustedes. Si el equipo no tiene objetivos bien definidos, no tiene motivación y no tiene las bases para trabajar en equipo por más que tengas a 15 Messi, no va a funcionar. ¿Eso quién lo hace?, el entrenador. Un entrenador es como un gerente general de una compañía. En una compañía cuanto más arriba estás menos tenes que preocuparte del negocio y más de la gente. Por ahí me preguntan en el CASI quién debe entrenar la M19 y mi respuesta es no lo sé….nos preocupemos por los de abajo porque cuando el jugador tiene 19, 20 o 21 años y ni hablar cuando tiene 23, no le podes enseñar más nada. Entonces que hay que hacer con todos sus conocimientos adquiridos, mecanizarlo, hacerlo automatizarse y con los conocimientos que tiene después el jugador los aplique en la cancha. Cuando uno ve a un jugador con experiencia y pensas: “qué jugador con experiencia”…no es un genio. Seguramente se ha equivocado mucho más veces que las que acertó por eso no se vuelve a equivocar.
– Es lo que hacen los All Blacks evidentemente….
– Si vos hablas con uno de los integrantes del staff técnico de Nueva Zelanda y les preguntas ¿qué es lo primero que ven en un jugador para ser convocado?..Que un apertura le pegue con las dos piernas, que lance bien a la línea, un ala que salga a cerrar los espacios, no, que sea buena persona. Si es buena persona, ya está adentro y después veremos cómo juega porque si no es buena persona lo sacan.
Por Martín Quetglas
www.cordobaxv.com.ar
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