El anuncio del reparto de plazas de la eliminatoria al Mundial de rugby Francia 2023 terminó de desatar la guerra entre el norte y el sur de América, que se había iniciado con las elecciones de World Rugby, hace un mes.
El anuncio de que los 2,5 lugares de América se dirimirán en la Americas Rugby Championship 2022 generó la rápida y enérgica protesta de Sudamérica Rugby (SAR), que remarcó que esa decisión no estaba tomada y que la región no quiere compartir eliminatoria con el norte, ya que reclama tener una plaza única, lo que llevó a que World Rugby eliminara las menciones al torneo, dejando la incógnita sobre cómo se resolverá.
Este lunes World Rugby anunció el sistema clasificatorio a Francia 2023, que reparte 8 plazas además de los 12 clasificados automáticos por su actuación en el mundial anterior. En un primer momento había anunciado que América toda tendría 2 plazas directas y una al repechaje final intercontinental, y que esos tres lugares se definirían en la Américas Rugby Championship. Sin embargo, rápidamente corrigió esa información, y se limitó a informar las 2,5 plazas continentales y que la forma de disputa sería “a confirmar”.
¿Qué hubo en el medio? Muchos llamados cruzados. El cambio se debe a que el SAR objeta que la Américas Rugby Championship sea el torneo que las dirima, ya que exige una plaza directa. De hecho, la región ya tiene planes en marcha para un Cuatro Naciones Sudamericano a disputarse en el primer semestre de 2021 y 2022, y no tiene a la ARC como prioridad: maneja varios escenarios diferentes de competencias, que permitan dejar de jugar ese torneo. Rugby Americas North (RAN), mientras tanto, pretende definir esas plazas en ese torneo en común. Será World Rugby la que tenga que decidir.
Entre Francia 2007 y Japón 2019, Sudamérica siempre había estado un escalón abajo del Norteamérica en el camino clasificatorio. El mejor de RAN clasificaba directo, mientras que el mejor de Sudamérica debía disputar un playoff con el 2 del RAN. Uruguay le ganó ese duelo a Canadá en 2019, y mandó a los canadienses a jugar el repechaje final, que ganaron para meterse en Japón 2019. La consistente superioridad de Los Teros sobre los canadienses (17 contra 23 del ranking, además de haberle ganado los últimos cuatro partidos) es el mayor argumento para cambiar el sistema.
Las razones
¿Por qué dar de baja la ARC, un torneo que lleva cuatro temporadas y venía en crecimiento? Según Sebastián Piñeyrúa, presidente de Sudamérica Rugby, fue RAN el que le dio el golpe de knock out al torneo por la vía de los hechos, luego de no apoyar a Agustín Pichot en las elecciones de World Rugby, y de optar por un modelo de desarrollo diferente al del sur.
Mientras Sudamérica Rugby fue la principal fuerza detrás de la candidatura de Agustín Pichot, en el norte Canadá votó a Bill Beaumont y además Rugby Americas North dividió sus dos votos. Pichot esperaba contar con los cuatro votos de la región y solo tuvo dos, y su bando consideró las decisiones del norte como una traición que le costó la derrota a manos de Beaumont.
Más allá de la votación, Sudamérica entiende que RAN dejó de tener como prioridad el concepto de Américas Together (Américas Unidas), para mirar a Europa, por lo que entienden que no tienen garantías de que Canadá y EEUU apuesten por la ARC en años que no sean de eliminatoria, y no quieren arriesgarse a quedar sin competencia.
La opinión de Piñeyrúa
“Nuestro argumento es muy sencillo, América del Sur tiene intenciones de su propio lugar directo, como el resto de los continentes. Hoy es un lugar totalmente ganado”, dijo Piñeyrúa a El Observador. “Uruguay es Américas 2 y queremos que ese lugar sea para Sudamérica. Queremos empezar nuestra qualy ya, en 2020, y darle a la región un torneo propio, que lo podamos manejar nosotros, y darle a nuestras uniones, más chicas y más grandes, un buen evento para poder venderlo a la tv, a los sponsors y reactivar un buen producto”.
El presidente de la Unión de Rugby del Uruguay, Santiago Slinger, fue por un camino similar. la información que tenía la URU es que el sistema de disputa finalmente no sería el que se anunció. “Sudamérica Rugby entiende que Sudamérica debe tener la posibilidad de jugar a nivel de continente y tener una plaza directa al Mundial y la URU comparte esa idea”, explicó a El Observador.
En ese sentido se piensa en un torneo entre Uruguay, Brasil, Chile y el ganador de Paraguay o Colombia, que se dispute en el primer semestre de los años 2021 y 2022, a ida y vuelta y en el medio de del calendario previsto para la Súper Liga Americana de Rugby (SLAR). Para eso se pretende que los países de la región repatrien la mayor cantidad posible de jugadores que militan en el exterior, de manera que los desarrollen aquí y puedan contar con su mayor potencial posible en ese primer semestre, para sus clubes profesionales y sus selecciones. El campeón de ese Cuatro Naciones clasificaría directo al Mundial 2023, y el segundo jugaría un repechaje con Norteamérica 2 para definir quién va al repechaje final intercontinental.
La intención, además, es que lejos de que la SLAR se debilite a partir de la crisis del covid-19, se fortalezca por la chance de contar con jugadores argentinos de Jaguares que no consigan irse al exterior, luego que la edición 2021 del Súper Rugby quedara descartada.
Los países del nivel B de la región disputarían sus eliminatorias de manera previa entre 2020 y 2021 hasta llegar a un clasificado (posiblemente Colombia o Paraguay) que dispute el cuatro Naciones. World Rugby establece que todas sus naciones afiliadas deben tener un camino de acceso a la copa del mundo.
“La ARC podrá quedar como un torneo de desarrollo, un m20. Como pathway para la copa del mundo no corre, y no le vemos mucho futuro, ya que el valor que le dio el Norte no pareció ser lo suficientemente importante. Evidentemente todo lo que se había construido en los últimos años, de la mano de Agustín Pichot como presidente de Rugby Americas, no fue lo suficientemente importante para el Norte a la hora de tomar decisiones importantes. Priorizaron otros modelos, más cercanos a Europa”, indicó Piñeyrúa.
“Entre los dirigentes del Sur estamos pensando los planes de acuerdo a la nueva realidad. Armar una SLAR poderosa, una buena ventana internacional de octubre y noviembre, y buscando competencias para agosto, setiembre, octubre. Puede ser una copa latina con Georgia y Rumania, con Argentina, también puede ser EEUU, o una incursión con Sudáfrica, algún nivel de Currie Cup. Para nosotros la ARC hoy no es la principal alternativa”.
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¿El plan no significa cambiar algo que veía en crecimiento y que fue importante para Uruguay, por un proyecto sin definir aún? Responde el presidente de SAR. “No estamos dejando de lado una competencia segura. Hoy por hoy no decimos que vamos a eliminar la ARC, pero evidentemente la importancia y el ímpetu que le dimos no fue el mismo del norte. Y hoy entendemos que ellos tienen otros objetivos diferentes, y frente a eso estamos buscando alternativas. Ellos hace unos meses decían que veían a la ARC como un torneo de desarrollo. Entonces nosotros no nos podemos atar a eso, tenemos que buscar otras opciones”.
“Vamos a concentrarnos en tener a los países sudamericanos con todo el potencial jugando en la región el primer semestre, hacer una SLAR bien competitiva, e incluir una ventana de 3 fines de semana de eliminatoria. Y después preparar una fuerte ventana de octubre y noviembre, ante los rivales con los que se jugó en los últimos años. Y en agosto y setiembre ver cómo conseguimos una liga de cierta competitividad”, agregó.
La pata política
“Nadie está enojado por la elección, el problema es que Americas Unidas perdió sentido. Pero no fuimos nosotros. Tenemos que preocuparnos por nuestro propio pathway. No queremos quedarnos sorprendidos y solos de un día para otro. Hoy no tenemos garantías. El concepto de unión entre las Américas quedó muy debilitado desde que Norteamérica no apoyo a Pichot y dividió 2 votos para cada lado. Si no apoyaron a su propio candidato, ¿cuál es el sentido? No es enojo ni revancha. Es no morir con los ojos abiertos y pensar cómo desarrollar a las uniones del sur”, indicó Piñeyrúa.
“Hoy en Norteamérica se habla de partidos con Escocia, con Inglaterra, lo que nos hace pensar que no le van a dar más importancia a la ARC. ¿De qué nos sirve que le den importancia el año de eliminatoria y otros años no? Lo que se rompió es el concepto de ir todos para el mismo lado. No veo Américas Unidas como un concepto claro. Hoy son dos regiones. ¿Dónde está un sustento que somos una sola región? ¿De qué nos podemos agarrar para alimentar ese concepto?”, se preguntó.
“Para Sudamérica Rugby es un concepto resuelto”, dijo respecto al Sudamericano Cuatro Naciones. “Estamos viendo cómo trabajamos en crear un producto a partir de esta eliminatoria, que tenga buen retorno comercial, que sirva para ayudar a nuestras regiones, desde las más pequeñas a las más grandes para salir de la crisis del coronavirus. Generar algo atractivo para retomar el camino del éxito. Por eso apuntamos noviembre de 2020 con la primera fase de la qualy”, cerró el presidente de Sudamérica Rugby.
En estas horas se suceden reuniones de alto nivel dirigencial, ya que la región quedó con su definición del sistema de disputa en el aire.
El resto de las plazas
Respecto a las otras plazas clasificatorias, prácticamente no hay novedades.
Oceanía tendrá 1,5 plazas: una directa y otra en un repechaje ante el campeón de Asia, que tiene 0,5. África tendrá una plaza directa y Europa 2. Un representante de América, uno de Europa, uno de África y el perdedor del playoff Oceanía 2-Asia 1 clasificarán al repechaje final, que otorgará la última plaza a la copa del mundo.
Además de estas ocho plazas de eliminatoria, el Mundial de 2023 lo disputarán los 12 mejores clasificados de Japón 2019: Sudáfrica, Nueva Zelanda, Australia, Argentina, Inglaterra, Francia, Escocia, Gales, Irlanda, Italia y Japón.
Sudamérica solo tuvo plaza directa para Sudáfrica 1995 y Francia 2007. En ambas oportunidades Argentina no había clasificado automáticamente y tuvo que disputar qualy, por lo que las chances uruguayas de conseguir esa plaza eran muy limitadas. También ocurrió para Gales 1999, aunque en ese caso la primera etapa de la clasificatoria fue con un Panamericano (participaron Argentina, Canadá, Uruguay y EEUU). El mismo sistema se utilizó en 2003, pero ya sin presencia de Argentina, y con Chile en su lugar. Uruguay cuarto en 1999 y terminó clasificando vía repechaje, y tercero en 2003 y clasificó directo.
Por Ignacio Chans
www.elobservador.com.uy
Eccelente nota, por fin me queda clarisimo todo, la region tiene un potencial historico en rugby, un 4 naciones sudamericano!
Muy buena nota. Acuerdo con fortalecer el rugby suramericano. Hay que cuidarse de las agachadas