El ex segunda línea de Los Pumas y ex Director de Desarrollo UAR, “Tati” Milano, opinó sobre el presente de dicha área. “Tenemos decenas de Kremer en el país” y “lo mejor que tiene el rugby argentino está tierra adentro”, reflexionó el forward formado en Jockey Club, en un vivo en Instagram junto a Peto Crexell.
En plena cuarentena el ex Puma Rodrigo “Peto” Crexell comenzó a realizar charlas en vivo por Instagram con viejas glorias del seleccionado nacional todos los viernes a la tardecita, un horario ideal para sentarse a escuchar a los que más saben. Así fueron pasando Serafín Dengra, Diego Cuesta Silva, Fabián Turnes, Rafael Madero, Diego Cash, Chirola Scolni y Tomás Petersen, entre otros. Y en la última transmisión hubo un encuentro entre dos históricos del Verdiblanco: Crexell y Gustavo “Tati” Milano.
El ex segunda línea formado en Jockey es un emblema no sólo del rugby rosarino, sino también uno de los mejores segundas líneas de la historia de Los Pumas proveniente del interior, quien además, hace veinte años ganó por concurso ser el director de desarrollo de rugby de la Unión Argentina y no se quedó detrás de un escritorio, sino que salió a recorrer el suelo nacional para conocer la realidad de todos los clubes.
“Lo mejor que tiene el rugby argentino está tierra adentro. Sin desmerecer a los clubes que están en las ciudades grandes y clubes tradicionales, pero el valor, el potencial, la humildad, y la cantidad de jugadores que hay en las ciudades chicas es tremendo: en los pueblos y localidades apartadas del norte, centro, este, oeste y sur. Recorrer las ocho regiones que hay en Argentina fue lo mejor me puede haber pasado. Después podemos hablar del tal o cual club, de Los Pumas y la amistad, pero los 350 a 400 clubes olvidados por la UAR, no atendidos, ni tenidos en cuenta por las uniones provinciales, son increíbles. Esto lo habló con conocimiento de causa: están desatendidos y tienen un potencial tremendo”, sentenció Milano desde Esperanza, la ciudad al norte de la provincia de Santa Fe en la que reside desde hace varios años.
Y enseguida agregó: “Tenemos decenas de Kremer en el país”. Y ante dicha reflexión amplió: “Llega Kremer, como un caso único, como el loco que hace todo, vence todas las barreras, contra todos los obstáculos y llega. Pero hay cuarenta Kremer más, pero aparte de Kremer, lo valioso son la cantidad de clubes, chicas y chicos que podríamos aprovechar para que se acerquen al rugby de todas estas localidades desatendidas. El desarrollo del rugby en la Argentina está totalmente olvidado, tiene una gerencia y una comisión de no desarrollo en la UAR y se de lo que habló, lamentablemente”.
Gracias al destino o como Tati lo definió “gracias al de arriba”, el ex Puma puede contar la historia que le salvó la vida, porque en junio de 1988 tenía que ir a jugar en la capital de Misiones con el seleccionado “Provincias Argentinas” y ese avión se estrelló antes de aterrizar, vuelo en el que perdió la vida Veco Villegas junto a su esposa Maricha.
“Son esas historias de vida increíbles, un gran homenaje al matrimonio Villegas. Tendría que haber estado en ese avión, la UAR, decide que no se podía jugar tres partidos contra Francia en siete días, porque era justo en el medio de los tests matches. En el mismo día, con el pasaje listo y a punto de salir para Aeroparque, me dicen ‘Tati no vas, no te dejamos jugar ese partido’. Estaba saliendo el martes, porque el partido era el miércoles en Posadas, y son esas historias que puedo contar. Por un error humano muy grave que nunca termine de aclararlo, ese avión se estrella a poca distancia de la cabecera de pista de Posadas, tendría que haber estado ahí, me quede en Buenos Aires y con un frío tremendo en la espalda cuando nos enteramos de la noticia”, contó Tati.
En la charla, Tati se refirió al duro momento que vivió al regresar de la gira por Nueva Zelanda con Los Pumas en 1989. Momento en el cual tomó la decisión de emigrar el rugby profesional italiano, hecho que significaba no jugar nunca más en Los Pumas. “Tengo una vida muy linda, y llena de buena gente. Esa fue la decisión más difícil que tocó tomar en mi vida, si esa fue la más complicado por suerte no he tenido grandes problemas. Voy a ser sincero, dejar al club era lo más difícil, porque ya en esa época empezaba a ver con otros ojos, con 28 años, las desigualdades del rugby argentino que aún existen, y ya no tenía tanto entusiasmo para seguir, no por la celeste y blanca y los amigos, que era lo mejor me encontraba cuando iba con Los Pumas, dejar el club era muy difícil, porque uno estaba muy compenetrado con las infantiles, juveniles, plantel superior, subcomisión, y sabía que lo dejaba para siempre, porque realmente era irse y en Italia fueron once años, muy lindos, pero totalmente fuera de los orígenes de uno, muy difícil”, expresó Tati.
Por Lisandro Olearo
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