Fue de menor a mayor el capitán. Y de la desazón de un mal pase que terminó en try irlandés al éxtasis del drop que le dio la victoria a Los Pumas.
Felipe Contepomi terminó siendo la figura del partido, pero, según le dijo a Clarín entre sonrisas, "no soy ningún héroe. Héroes eran Batman, Robin o Superman".
Sobre su jugada cumbre al final del partido, Contepomi comentó que "el drop es algo que veníamos hablando. Dijimos ‘tratemos de conseguir un penal’, pero no se dio. Y estaba el drop, que lo veníamos probando en ocasiones previas y esta vez se concretó". Parece que el 2 fue el número más lindo para el apertura ayer: segunda vez como capitán del equipo, segundo drop que anotó para la Selección.
Contepomi terminó como el jugador diferente porque tuvo cabeza fría y buen poder de mando. No se achicó tras algunos errores y se puso el equipo sobre su espalda en el segundo tiempo. Pero él prefirió no analizar su actuación "porque este es un juego de equipo y es difícil analizar individualmente. Lo que si digo es que el equipo no se derrumbó y siguió peleando hasta el final". Un resumen de lo que hizo en Colón bien lo otorgó el DT irlandés Eddie O’Sullivan cuando afirmó: "Fue quien marcó la diferencia entre los dos equipos".
Con la piel de Los Pumas en su cuerpo desde hace rato, quien ahora está tranquilo en la sala de prensa pero rodeado de medio centenar de periodistas dice sobre este proceso que tiene como punto final el Mundial lo siguiente: "Esta es una de las etapas que debemos cumplir. Yo tuve un año muy duro, porque además de entrenar en mi equipo también me levantaba temprano todas las mañanas para ir a estudiar".
Y este último punto no es un dato menor porque el sábado no estará en la revancha que se jugará en Vélez ya que se irá a Dublin a recibir su título de doctor y luego comenzará sus vacaciones.
Contepomi recibió de manos de Alejandro Risler, el presidente de la Unión Argentina de Rugby, la copa que estuvo en juego y luego la que lo señaló como el hombre más importante del encuentro. Más tarde, con una botellita de naranja en la mano, fue tajante al contar lo que siente cuando juega con Irlanda, futuro rival en Francia. "Con ellos estamos acostumbrados a sufrir", aseguró.
Para el final, el apertura habló de sus continuas charlas con el árbitro neocelandés Lyndon Bray: "¿Tanto hablé? No me di cuenta. Lo que yo le decía era que a nosotros nos habían advertido y le estábamos haciendo caso. Pero ellos seguían pegando por todas partes".
Ya terminó esta parte del año para Felipe Contepomi. El hombre que hizo feliz a Los Pumas.