Los All Blacks no podrán contar con Anton Lienert-Brown para el final de la gira de Nueva Zelanda contra Francia y probablemente tampoco con Beauden Barrett. Así que fue revelador escuchar al entrenador Ian Foster hacer esta aclaración ni bien pisó París.
Foster confirmó que el experimentado centro Lienert-Brown, que había sufrido una “subluxación” en el hombro en la derrota por 29-20 ante Irlanda, fue descartado para el último test del año contra Les Bleus en el Stade de France. Eso lo dejará probablemente con chances de que sea David Havili, quien ocupe ese lugar se lo ha visto muy por debajo de su mejor nivel en las últimas semanas, y el novato Quinn Tupaea, quien fue menos que convincente la última vez contra Italia, con la camiseta número 12.
Y con Barrett siendo evaluado a raíz de su fallida HIA (evaluación de lesión en la cabeza) en la derrota contra Irlanda en Dublín, es probable que Foster también tenga que introducir un nuevo apertura con Richie Mo’unga como titular, pero busca una opción entre los reemplazos.
Agregue la probabilidad de que Foster también recurra a Aaron Smith, para inyectar algo de ritmo, urgencia y clase mundial desde la base del ruck, y fue interesante escuchar al entrenador de los All Blacks desafiar directamente a su equipo.
Si bien gran parte de la atención de la segunda derrota del año de los All Blacks se centró en la incapacidad del grupo para ofrecer plataformas de posesión de calidad, ya que fueron jugadas realizadas por un dinámico ocho irlandés, Foster está ansioso por desviar parte de esa atención y mirar en lo que se viene.
“Nuestro grupo ha jugado bastante bien durante este año y, en general, he estado razonablemente satisfecho hasta la fecha”, dijo tras una actuación en la que sus forwards pudieron ganar solo el 39 por ciento de la posesión y el 33 por ciento del territorio, y donde se requirió que el equipo hiciera 238 tackles durante los 80 minutos.
“Ciertamente Irlanda nos puso en aprietos el sábado. Algunas partes de nuestro juego de ataque me parecieron bastante buenas, pero no tuvimos la constancia esperada durante los 80 minutos tenemos que volvernos más fuertes”.
“Pensé que entregamos mucha pelota en la espalda en una o dos fases. Eso nos lastimó en el primer test contra Sudáfrica, a pesar de que lo ganamos, y nos metimos en un problema similar [contra Irlanda] y eso volvió a provocar un problema”.
“Se trata de que los conductores sean responsables de las decisiones que tomen y de que retengan la pelota para que nuestros delanteros tengan la oportunidad de imponerse. Y eso será una gran parte de la solución”.
“Tenemos que adquirir conocimientos clave”, añadió Foster. “Probablemente fue el mejor equipo irlandés que he jugado, y nos presionaron mucho, no solo cuando tenían la pelota, sino que a veces nos pusimos bastante nerviosos y nos faltó un poco de compostura”.
“Son los momentos de los que tenemos que aprender. Siempre vas a tener momentos en los que el impulso va en tu contra, pero así es como le das la vuelta a esta situación. Tuvimos oportunidades pero no fuimos lo suficientemente clínicos en esos momentos. Eso es algo que tenemos que sacar de nuestra última semana porque vamos a tener un equipo francés que también es bastante implacable en cómo quieren jugar”.
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