Ignacio Fernández Lobbe es uno de los ocho argentinos que aportaron desde adentro de la cancha para ganarle a Irlanda en el Mundial de Rugby de 1999 y todavía sigue en el plantel.
PARÍS – Ignacio Fernández Lobbe es uno de los ocho argentinos que aportaron desde adentro de la cancha para ganarle a Irlanda en el Mundial de Rugby de 1999 y todavía sigue en el plantel. Y también es parte de los ocho que no pudieron impedir la eliminación temprana en Australia 2003 ante el mismo rival.
Por su experiencia y madurez, el mayor de los hermanos Lobbe que milita en la selección Argentina (Juan Martín jugó los 240 minutos de la RWC en la tercera línea), sabe cómo enfrentar partidos importantes. Por eso, a cuatro días del último choque por la Zona D, le resta importancia a las críticas que recibió Irlanda.
"Este equipo mostró mejor nivel durante el Seis Naciones que ahora en el Mundial. Ese nivel puede aparecer el domingo porque están heridos y van a dejar todo. Nos vamos a encontrar con un buen equipo", explicó Nacho.
"Ahora tendremos una batalla muy dura, en la que ellos necesitan sí o sí los cuatro tries y van a jugarse todo durante 80 minutos. Habrá que estar atentos en todos los aspectos", continuó.
Mientras muchos de sus compañeros esperan con ansias el partido en el Parque de los Príncipes para vengarse de los irlandeses, Nacho baja los decibeles: "Es el más esperado porque, si ganamos, damos ese último pasito que nos falta para clasificarnos para cuartos de final. No lo siento como una revancha".
"Le quiero ganar porque es un equipo con el que hemos hecho siempre partidos muy lindos. Si los superamos el domingo, los dejamos afuera, claro, pero siempre pienso en Argentina. No tengo atragantado lo que pasó en 2003", agregó el fanático de Boca Juniors, el famoso club del fútbol argentino.
Fernández Lobbe entiende que Argentina se preparó de otra manera para este nuevo compromiso mundialista. "Hicimos un buen trabajo estos últimos meses sabiendo la zona que nos tocaba. No hubo ningún partido fácil y nos ayudó la confianza por el envión de haber ganado en el debut".
El jugador de Sale, de 32 años, ya se recuperó del golpe que recibió en la cabeza en el partido inaugural. "Me siento con muchas ganas porque jugué unos minutos con Namibia (66) y estoy en plena condición física", contó.
El ex forward de Liceo Naval, de Buenos Aires, no fue soberbio a pesar del buen momento que viven Los Pumas. "El equipo no explotó, sólo mostró chispazos. Espero que esta aventura siga y demostremos más cosas el domingo. Siempre se puede mejorar".
En cuanto a los puntos en los que Argentina elevó su nivel en los últimos años, Nacho explicó: "La defensa y la fortaleza mental. Cuidamos mucho más la pelota y tenemos menos errores en la obtención". Y también destacó lo que se debe corregir en los próximos juegos: "La limpieza en los rucks y mejorar los ángulos y la profundidad con la que atacamos".
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