Los rugbiers franceses detenidos en Mendoza fueron imputados por presunto abuso sexual agravado por acceso carnal y por la participación de dos o más personas, con lo que, de llegar a juicio, podrían recibir una pena de entre ocho y 20 años de prisión.
Mendoza: el caso de los rugbiers franceses
Los acusados conocieron a una mujer en la madrugada del domingo en el boliche Wabi de Luján de Cuyo, después del festejo del seleccionado de rugby de Francia tras el primer match de una gira amistosa contra Los Pumas.
Los acusados son Hugo Araudou (20) y Oscar Jegou (21), que fueron trasladados el jueves desde la sede de Interpol en el barrio porteño de Palermo hasta Mendoza, donde fueron alojados en el centro de detención Estrada, en el Polo Judicial local.
La fiscal Cecilia Bignert, de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, imputó a ambos por supuesto abuso sexual agravado por acceso carnal y por la participación de dos o más personas. Los jugadores arriesgan una pena de entre 8 y 20 años de prisión.
Al momento de la imputación, los acompañó su abogado Rafael Cúneo Libarona, hermano del ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona. El defensor declaró a los medios locales e internacionales que tiene pruebas para demostrar que fue una relación sexual consentida y sin violencia, publicó Clarín.
“Les creo a los rugbiers”, afirmó Cúneo Libarona, y dudó del origen de las marcas, heridas y rasguños que constataron los forenses que examinaron a la mujer cuando realizó la denuncia, el mismo día del ataque, unas ocho horas después.
La denuncia de la mujer, que tiene 39 años, describe que fue violada seis veces a lo largo de la noche por los dos rugbiers. Y que la golpearon, la arrastraron, la obligaron a realizarles una práctica sexual e intentaron asfixiarla en la habitación del hotel Diplomatic.
“Ellos decidieron no usar protección”, declaró la denunciante en la oficina fiscal de una comisaría. Después fue sometida a estudios forenses durante dos horas. El jueves, después de realizarse una tomografía por el golpe que recibió en la cabeza y otros estudios médicos, la mujer quedó internada en un hospital.
La versión de los rugbiers
La estrategia de la defensa de los rugbiers -que busca la domiciliaria para ambos- es demostrar que fue una relación consentida, sin violencia y que los deportistas del seleccionado francés no tienen antecedentes penales, ni riesgo de fuga.
En la versión de los rugbiers, Araudou reconoce que regresó al hotel en compañía de la mujer, lo que quedó registrado por las cámaras de seguridad del lobby y los pasillos. Contó que llegaron en un Cabify en compañía de otra pareja, otro jugador del equipo y una chica mendocina, que servirán de testigos para la defensa.
Incluso, agregó Cúneo Libarona, la supuesta víctima espera a Araudou afuera de la habitación porque el rugbier no tenía la tarjeta para ingresar a la habitación y fue al lobby a buscarla. “Esa espera demuestra el consentimiento”, dijo el abogado.
Dijo el rugbier que tuvieron relaciones sexuales pero que habían sido consentidas y sin violencia. Jegou dijo que cuando él llegó, ingresó a la habitación y se fue a dormir. Y que ella abandonó la habitación en un remís que pidió por una aplicación.
“Todavía no está probado que la denunciante sea una víctima”, dijo el abogado. Y cuestionó el accionar de la mujer: “Si tengo 40 años y voy a la habitación de un chico después de que me ofreció tres veces ir al baño de un boliche a tener sexo, y aparentemente el chico hacía maniobras obscenas en la recepción ¿subo a la habitación? ¿Entro con él?”.