El pilar de Sudáfrica Jannie du Plessis, revela lo que aporta al equipo sus psicólogos del deporte de cara a la semifinal de la RWC contra Nueva Zelanda.
La contienda entre Sudáfrica y Nueva Zelanda será física y brutal, pero la semifinal del sábado en Twickenham también dependerá de la maestría que demuestre cada equipo en los juegos mentales.
Jannie du Plessis de los Springboks no es muy dado a los lugares comunes del deporte y sus raíces agricultoras y formación de médico aportan una perspectiva de la vida que puede resultar invaluable ante los poderosos All Blacks.
Desde las carreras de Indycar a la música heavy metal, du Plessis ha analizado desde todos los puntos de vista, tanto lo que tiene que salir bien el sábado como las claves de la derrota sorpresiva en el partido inicial contra Japón en la fase de grupos.
“Hay que felicitarlos porque hicieron cosas que no nos esperábamos y contrarrestaron nuestras virtudes”, dijo du Plessis de los Brave Blossoms. “Un amigo me contó sobre una banda – los Melvins – con dos bateristas. Cada uno hace lo suyo en función de sus necesidades”.
Evitar chocar contra el muro
Aparte de la victoria por 27-25 en Ellis Park, Johannesburgo, en octubre de 2014, los All Blacks han derrotado a los Springboks en la mayoría de los últimos encuentros; en el más reciente, este pasado mes de julio, por 27-20.
Pero a pesar de que debe que enfrentarse a un Julian Savea o un Nehe Milner-Skudder en un momento ideal de ambos, para no mencionar al preciso Dan Carter o al gigante de la tercera línea Richie McCaw, du Plessis se centra en los aspectos positivos.
“Nuestros psicólogos deportivos nos contaron que cuando los pilotos de Indycar pierden el control, éstos piensan ‘no choques contra el muro’ y luego chocan contra el muro y se mueren”, dijo du Plessis.
“Lo que hay que hacer en una situación de presión es pensar en hacia dónde quieres ir, no en hacia donde no quieres ir. Si pierdes el control, no debes estar enfocado en el muro, sino mirar la pista a la que quieres llevar el auto y, en esas situaciones, las fatalidades son menos”.
“Si te centras en los errores que cometes en los partidos y te preocupas por si vas a dejar caer la pelota, se te va a caer la pelota. Si cometes errores contra Nueva Zelanda te pueden marcar cinco tries en diez minutos”.
“Esta semana, el equipo debe visualizar dónde quiere ir y llevar a cabo las cosas que debe hacer para arribar allí. Jugar para Sudáfrica con su increíble historia y legado resulta fantástico pero aquello puede convertirse en una carga porque juegas con una presión añadida”.
Intensa rivalidad
Entre los dos equipos existe una intensa, pero normalmente amigable, rivalidad y du Plessis recuerda que, de niño, miraba los videos de la gira de 1981 de los Springboks en Nueva Zelanda, durante la cual se tiraron bombas de harina en manifestaciones contra el sistema apartheid.
“De niño resultaba surrealista pensar que podría llegar a jugar contra los All Blacks,” dijo du Plessis. “Ahora que lo he hecho lo siento como un enorme privilegio y un gran placer pero sería mejor aún si les pudiéramos ganar”.
El entrenador de defensa de Sudáfrica John McFarland piensa que, aunque resulte muy dura la tarea, al campeón del mundo se le puede ganar.
Manifestó: “Lo importante es no dejarlos escapar. El promedio de tries por quiebre de línea de ellos es muy alto, probablemente el mejor del mundo, pero la meta consiste en no concederles la posibilidad de quebrar la línea”.
“Suelen ser partidos muy intensos que se definen al marcar puntos en un momento muy preciso. Debemos generar ese momento nosotros”.
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