Los anfitriones han encendido esta Copa Mundial, y si llegaran a ganar o a empatar ante Escocia, la llama seguirá por mucho tiempo. Si pierden, puede pasar cualquier cosa.
Los fans de rugby a lo largo de todo Japón tienen una gran pregunta en sus mentes mientras se aproxima el final de la fase de grupos: ¿qué deben hacer los Brave Blossoms para clasificar a los cuartos de final de la Copa Mundial por primera vez?
No todo salió como esperaban los japoneses en la RWC 2015. En esa ocasión acapararon los titulares de los periódicos alrededor del mundo tras vencer a Sudáfrica. Ganaron tres de cuatro partidos en la fase inicial, pero aun así fallaron en clasificar a los cuartos de final porque los Springboks y Escocia finalizaron arriba de ellos gracias a los puntos bonus.
Japón, que no registró ni un punto bonus en RWC 2015, fue el primer equipo, y hasta el momento, el único, en ganar tres partidos en una fase de grupos y no clasificar a la siguiente etapa. Si no llegaran a clasificar nuevamente, significaría que se le romperían los corazones tanto a los jugadores como a sus entusiastas seguidores.
Las tres victorias del equipo en RWC 2019 también incluyeron una victoria histórica, esta vez ante Irlanda, para igualar el milagro de Brighton cuatro años atrás.
Como muestra la tabla del grupo, su destino está en sus manos, pero Japón probablemente deberá hacer algo que en ninguno de sus siete partidos anteriores frente al siguiente rival hizo: vencer a Escocia. O al menos empatar.
Gracias al eléctrico try con el tiempo cumplido de Kotaro Matsushima ante Samoa que les dio el punto bonus, Japón puede avanzar de ronda aun perdiendo -suponiendo que pierdan por poco ante los escoceses o anoten cuatro tries, o ambos. Podrían, incluso, ganar el grupo más allá de una derrota, como muestra lo siguiente.
El partido que se jugará en Yokohama el domingo 13 de octubre por la tarde es el último de todo el fixture de la fase de grupos. Podría ser uno de los mejores eventos deportivos del año: si será en Japón o Escocia, eso está por verse.
Antes de ese partido, Escocia deberá enfrentar a Rusia, el miércoles, mientras que Irlanda juega ante Samoa, por el cierre del Grupo A. Nadie en Japón da nada por sentado, y por eso las mentes de los anfitriones se han puesto ante el peor escenario posible, que es que tanto los escoceses como los irlandeses ganen con punto bonus sus respectivos partidos.
Si lo logran, Irlanda se aseguraría uno de los dos lugares disponibles, y entrando al partido entre Japón y Escocia, mostraría a Irlanda con 16 puntos de cuatro partidos jugados, Japón con 14 tras tres partidos, y Escocia con 10 de tres partidos.
Ya sea con una victoria de cuatro puntos y cinco si es con punto bonus (si anotan cuatro tries), los escoceses lograrán el segundo lugar detrás de Irlanda. Si Escocia sacara cuatro puntos más que Japón del partido en Yokohama, ambos terminarían igualados con 14 puntos y Japón quedaría fuera por haber perdido el partido ante el rival con el que se encuentra en la misma cantidad de puntos.
Entonces, volviendo a la gran pregunta: Si tanto Irlanda como Escocia obtienen victorias con punto bonus antes del partido en Yokohama, ¿qué debe hacer Japón para clasificar?
Si gana o empata, clasifica.
Si Escocia saca cuatro puntos más que Japón de ese partido, los locales se quedarán afuera.
Una victoria entrega cuatro puntos, un punto bonus por anotar cuatro tries (sea que ganes o pierdas) y un punto bonus defensivo al equipo derrotado si el margen es de siete puntos o menos.
Perdiendo, pero sacando ambos puntos bonus, Japón ganaría el Grupo. Terminarían arriba de Irlanda (ambos quedarían con 16 puntos) por haberlos vencido, y tendrían más puntos que Escocia.
Si Japón solamente obtiene un punto bonus, sea por marcar cuatro tries o por perder por una diferencia de siete puntos o menos, calificarían si Escocia gana, pero no con punto bonus por anotar cuatro tries. Partidos en el que el perdedor anota cuatro tries y el ganador no, son verdaderamente raros, por lo que una posibilidad más real es un partido con pocos puntos con una victoria de los escoceses por poco margen.
Los empates son realmente raros en la historia de la RWC, hubo solamente tres en 355 partidos -previo al partido de Nueva Zelanda vs Namibia el domingo-, lo que estadísticamente representa menos del uno por ciento.
Sin embargo, ese es un escenario que no debe desesperanzar a los Brave Blossoms y sus fans, dado que dos de esos tres empates fueron de Japón, ambos ante Canadá en 2007 y 2011. Dos empates en 31 de sus partidos de RWC desde 1987 -y eso se parece más a un seis por ciento.
Pase lo que pase, será una noche memorable en Yokohama.
RNS bo/ajr/fo/jg
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