El conjunto anfitrión extiende su idilio con las Copas Mundiales de Rugby al vencer a Irlanda, uno de los favoritos, por 19 a 12.
De Brighton a Fukuoka. Japón vence por 19 a 12 a Irlanda y reedita la sorpresiva victoria que logró en 2015 ante los Springboks. En un partido de electrizante y con alternativas en el juego y la posesión a lo largo de los primeros 40 minutos, en la segunda parte el equipo anfitrión dominó todas las facetas del juego para lograr una remontada histórica.
En un abarrotado Shizuoka Stadium, Japón tomó el calor de sus aficionados para desplegar el rugby ofensivo y dinámico que acostumbra. Irlanda, a priori más académico en sus planteamientos, sin embargo, se contagió del tono que los Brave Blossoms habían establecido.
A los diez minutos de la primera mitad comenzaron a aparecer el centro Garry Ringrose y el wing Keith Earls que, fase a fase, metieron a Japón en su 22. Jack Carty colgó una pelota a la espalda de los backs japoneses que el de Leinster acertó a bajar al piso. Donde los locales habían fallado en los primeros compases, con un penal errado, Irlanda no tuvo compasión y se puso 5-0 arriba. En el minuto 17, Tamura se recompuso de su primer fallo a los postes y acertó un penal.
Desde el scrum y el line, plataformas que maneja a la perfección, los irlandeses encontraron la manera de imponerse al planteamiento japonés. Más aún, cuando el apertura Carty resolvió una jugada con otra pelota colgada. Él mismo cedió para que el fullback Kearney apoyara. Con los dos extras, los del trébol estiraron la ventaja.
A cada anotación de los del Trébol, Japón contestó con energías renovadas y valentía, alejando la pelota de los forwards y proponiendo el juego por los canales más expuestos. Los errores de manejo y la barrera irlandesa, en esa fase del encuentro, desbarataron cada ataque nipón. En el minuto 30, para poner las cosas más difíciles a los anfitriones, el octavo Amanaki Mafi, uno de los jugadores más activos en el partido, se lesionó. Fue sustituido por el capitán Michael Leich que adelantó su ingreso en el campo. Rápidamente Tamura sumó de a tres para recortar la diferencia y en el cierre, el apertura de Japón convirtió otro penal para reducir la diferencia a tres puntos: 12-9.
La remontada
La segunda mitad comenzó con la misma tónica que la primera. Irlanda buscaba las espaldas de los tres de atrás de Japón con patadas altas y éstos trataban de construir a través de la acumulación de fases de ataque sobre la 22 rival. La balanza, no obstante, estaba por inclinarse.
Sin complejos, los Brave Blossoms no solo contuvieron el juego abierto de Irlanda, sino que comenzaron a incomodar en scrum y line. De un lateral robado en su propia línea de cinco metros, los anfitriones consiguieron meterse en campo contrario y, fases después, tener una oportunidad de empatar la contienda. Sin embargo, Tamura comenzó la segunda parte como la primera, fallando en sus envíos a los palos.
Instalados ya en campo rival, a la salida de un scrum por el lado derecho, Japón se internó en los 22. Tras varias fases comandadas por los forwards, los backs movieron la pelota rápidamente hasta el wing, donde apareció Kenki Fukuoka para cruzar el ingoal. Tamura sumó la conversión y los Brave Blossoms completaron la remontada pasando 16-12 al frente.
Irlanda tenía 20 minutos para hacer que el peso de la camiseta y la historia se impusiera. Por primera vez por debajo en el partido, los del Trébol basaron su juego en las internadas de su tercera línea, con CJ Stander como punta de lanza, pero Japón aguantaba en un choque cada vez más físico y cerrado. A 15 minutos del final, con todos los cambios realizados, los verdes trataron de crear momentum sobre la línea de 22 rival.
Sin variar el guión, Japón se empleó a fondo en el tackle y de tanto en tanto trataron de sumar. En el minuto 71, Tamura amplió la diferencia gracias a un penal. Era el 19-12 y en el ambiente comenzaba a sentirse una posible reedición del ‘milagro en Brighton’ de cuatro años atrás cuando los Brave Blossoms se impusieron a los Springboks por 34-32.
Con Irlanda volcada en ataque llegó la jugada definitiva. Fukuoka, que había comenzado el partido como suplente, apareció de nuevo para robar un pase de la línea verde y marcharse derecho al ingoal. No llegó el try por un tackle salvador de Earls quien, para añadir más dramatismo al final del encuentro, cometió knock on. A un minuto para el final, Japón tenía la pelota a cinco metros del try rival. Shizuoka estalló.
En los minutos finales Irlanda recuperó la posesión pero no supo qué hacer con la pelota. De hecho, con el tiempo cumplido la pateó al lateral para no alargar la agonía de un equipo que venía de imponerse a Escocia. Con 2 victorias, Japón lidera el grupo A en el que las matemáticas jugarán un papel importante con los tres favoritos teniendo que jugar, además, contra Samoa. El próximo encuentro de Japón será contra los isleños el 5 de octubre mientras que Irlanda enfrenta a Rusia el próximo jueves.
RNS jca/jg
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