La Unión Cordobesa de Rugby, se quedó sin presidente en la comisión de árbitros. Javier Olalla presentó su renuncia el pasado lunes a las autoridades de la sede ubicada en Castro Barros 151.
El árbitro, Javier Olalla, presentó el pasado lunes a las autoridades de la sede madre del rugby local, su renuncia indeclinable al cargo de presidente de la comisión de árbitros.
CORDOBAXV, accedió a la carta presentada por el profesor y Lic. de historia, Olalla que te presentamos a continuación:
Córdoba 29/09/08
Sr. Presidente del H.C.D.
Unión Cordobesa de Rugby
De mi consideración:
Tengo el agrado de dirigirme a Ud. y por su intermedio al H.C.D., a los fines de presentar mi renuncia indeclinable al cargo de presidente del Comité de Referees, para el cuyo ejercicio fui designado oportunamente por ese Concejo.
Ha transcurrido una larga y desgastante temporada en lo que personalmente me atañe, pero para no incurrir en generalizaciones siempre injustas daré seguidamente las razones que me impulsan a proceder de esta manera.
En este año han sucedido varios acontecimientos que muestran y marcan lo deteriorado y endeble del lugar reservado para la figura del referee dentro del ambito local.
Partiendo de declaraciones periodisticas en donde se pone en tela de juicio (por parte de jugadores y entrenadores de varios equipos del medio) la honorabilidad e imparcialidad de los referees, pasando por tribunas cada ves mas explosivas y poco tolerantes, agresivas con la figura del referee, cuyos integrantes parecen comportarse como conocedores de una impunidad que los lleva a no tener limites de sus acciones.
Esto tuvo su corolario recientemente, cuando fui insultado por miembros de una tribuna, gratuitamente y sin que mediara siquiera dialogo previo entre mí y los agresores verbales que justificara la agresión, puesto que me encontraba efectuando una evaluación de un colega. Es decir que ni siquiera era el referee del encuentro, pero al ser reconocido como tal debí soportar una suerte de vituperios por el solo hecho de serlo y como consecuencia de un yerro del colega que estaba en ese momento dirigiendo.
Pero lo que mas me llamó la atención de este ultimo hecho y colmó mi paciencia – fue la respuesta de uno de ellos, invitándome a que me atreviera a informarlo ya que todas formas el informe que yo efectuara sobre el tema caería en la nada pues uno de los miembros del Comité Disciplinario – cuyo nombre pongo a resguardo – era de su club, poniendo en duda la honorabilidad, honestidad e imparcialidad de éste para actuar en consecuencia.
Los miembros del H.C.D. conocen por mis palabras, las cuales algunos han hecho propias, cuando hemos tenido oportunidad de hablar personalmente, que estas situaciones de exposición pública nos afectan a todos y sobre todo al espíritu del rugby.
Los problemas mencionados de falta de conducta no son nuevos ni constituyen responsabilidad exclusiva de este concejo, pero también es cierto que este año han aparecido y se han incrementado, y creo desde mi humilde opinión como docente, que cuando estas situaciones nos desbordan es por que no se le han sabido poner limites o tal vez porque no se pusieron nunca.
Limites que a fin de año muchos piensan que mejor seria poner en práctica el año que viene desde cero, dichos que se repiten año tras año y no se materializan por razones que no resulta oportuno comentar ahora, pero que existen y siempre van acompañados de medidas punitivas leves, alejadas de una finalidad correctora o aleccionadoras para impedir que se incremente o disminuyan los problemas planteados anteriormente.
Estos hechos que estadísticamente parecen no ser relevantes según algunos, que suelen opinar porque nunca han pasado personalmente por situaciones similares, cosa que puedo contrarrestar como ya se los he dicho en las reuniones mantenidas, van acompañados de sanciones que lo único que generan es la total perdida de autoridad del referee, ya que éstas – por su levedad – transmiten un mensaje de impunidad explícita para aquellos que son informados.
Como punto final quiero destacar lo del ultimo fin de semana durante el seven de la unión cordobesa de rugby, donde durante dicho fin de semana juveniles y torneos (y con el aval del H.C.D.) hicieron jugar la fecha del bloque lo cual se tradujo en problemas en las designaciones para el seven y el resto de la fecha; ya que solamente 8 referees pudieron dirigir (y soportar desde las 12 del mediodía bajo un sol abrasador) un torneo con 20 partidos y además cumplir con sus obligaciones para el resto del desarrollo del fixture.
Teniendo en cuenta que 5 referees estan lesionados,(por dirigir sabado y domingo y por alli 3 partidos) la disposición en cantidad y calidad de los referees se veia resentida; sin embargo se jugo, pero a un alto costo (ahora son 7 los referees lesionados).
Sumado a esto el continuo problema del cambio de horarios de juveniles que se presentan el lunes con un horario y se les suministra el jueves (vía mail) a los referees en ese horario, y luego salen por boletín cambios de ultimo momento, que ni siquiera los clubes y la unión se molestan en avisar los a los referees del cambio de hora.
Es por ello que estos problemas no se pueden solucionar con dichos si no acciones, una tarea que no se puede llevar a cabo mediante una politica de no confrontación, si no con muestras desde el ejecutivo de generar soluciones, creo desde mi posición y con la humildad que me corresponde que hay momentos en donde alguien debe tomar partido y plantear las reglas del juego; si no la anarquía gana terreno.
Desde mi parte no he podido encontrar la solución, aunque le consta al H.C.D. que lo he intentado, esta deficiencia me lleva a que mi función como cabeza visible del comité de referees de la U.C.R. deje de ser representativa y funcional de un grupo de personas que confiaron en mi a través de una elección y a las cuales no les he sabido, o no les he podido, solucionar esos problemas desde mi actuación como se merecen este excelente grupo de personas que componen la familia del referato.
Tal vez otra persona con mayor idoneidad y capacidad pueda encontrar las soluciones para las que he demostrado no estar a la altura de las circunstancias.
Desde ya agradezco al H.C.D. la apertura y posibilidad de dialogo como asi también la predisposición a escucharnos e intentar solucionar problemas de manera conjunta que nos involucran a todos los que queremos a este deporte nuestro.
Saludo a Uds. con mi mayor consideración y respeto.
Prof. y Lic. Javier Nicolás Olalla