Con solo 27 años, Jordie Barrett celebró su partido número 100 con Hurricanes el fin de semana pasado, que terminó prematuramente después de que recibió una tarjeta roja por una entrada peligrosa.
Este jugador polifuncional hizo su debut en el Super Rugby en 2017 y es parte de un grupo cada vez menor de neozelandeses que experimentaron mini giras a Sudáfrica, cuando los Vodacom Bulls, DHL Stormers, Lions y Sharks todavía estaban involucrados en la competencia.
Al recordar cómo ha cambiado el Super Rugby durante su tiempo, Barrett admitió que no tener contacto regular con las franquicias locales de Sudáfrica afecta los preparativos para jugar contra los Springboks en los Tests.
“Poder ir a Sudáfrica y jugar contra equipos sudafricanos en una gira de dos o tres semanas, fueron casi los mejores momentos de mi vida deportiva, y sin duda extrañamos ir a Sudáfrica”, explicó Barrett.
“Juegas contra ellos en Johannesburgo o en cualquiera de esos formidables estadios sudafricanos, y tener el desafío de afrontar cruces con equipos fuertes en todas sus líneas era muy interesante la verdad. Igualmente cuando estás debutando en el Súper Rugby también se adquiere experiencia pero el momento de hoy no es el mismo al que viví en primera persona”.
“A esa edad se pierde mucho crecimiento y aprendizaje y estoy agradecido de haber podido probarlo antes de que los perdiéramos”.
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Créditos: Super Rugby Aotearoa