José Pellicena tiene 41 años y está viviendo una nueva etapa en su carrera como entrenador. Tras su paso por el staff de Los Pumas y luego de Jaguares, ahora es el head coach de Los Pumitas y disfruta de su nueva función: “Estoy contento, es un rol distinto porque pase de ser asistente a ser head coach y de más de un equipo. Es un lindo desafío, cuando me lo ofrecieron lo acepté con muchas ganas, ya pasó un Mundial juvenil pero más allá de la competencia en sí misma me gusta el proceso de formación de jugadores”, explicó el ex medio scrum de La Plata RC.
El trabajo de Cochi, como se lo conoce en el ambiente, abarca a más de un equipo: “Soy el entrenador del M20 y a su vez tengo a cargo el M18 en lo que es rugby de 15, Lucas Borges es el entrenador del seven que va a estar en los Juegos Olímpicos“. En ese sentido, agregó: “Fue un cambio muy lindo y entretenido. Yo había trabajado con juveniles en el Pladar de Buenos Aires y la verdad que está muy bueno. Siempre digo que habiendo conocido, en Los Pumas y Jaguares, el producto terminado que se necesita en el rugby de alto nivel, es como que siento que ahora estoy en la fábrica. Conozco cual es el producto que tenemos que fabricar o formar, obviamente sabiendo que estamos hablando de personas, en busca de llegar a ese alto rendimiento el día de mañana. No es fácil, no es que tenemos una matriz, la repetimos y listo, pero si tenemos muy claro hacia adonde vamos, desarrollamos un perfil de jugador a los 18 y otro perfil a los 20, en vista de que cuando termine esa etapa pueda estar disponible para seleccionados mayores”.
Una de las carencias de nuestro rugby es la cantidad y calidad de competencia internacional y los juveniles no escapan a esa realidad: “Es puntualmente lo que siempre nos falta. Concentraciones podemos hacer, pero lo importante y lo lindo es que los chicos compitan. Por suerte están apareciendo cada vez más opciones de competencia a nivel M18. En noviembre tendremos un sudamericano en Paraguay y para el año que viene ya tenemos confirmada la invitación para volver a participar del festival colegial en Sudáfrica, donde ya este año fue un equipo argentino. De a poco empieza a haber competencia y eso está muy bueno porque no solo los chicos se entrenan sino que se empiezan a medir de a poco a nivel internacional”.
Otro hecho llamativo es la reciente concentración nacional en la que participaron chicos de 17 y 16 años: “Consideramos que estuvo muy bueno, fueron 60 jugadores nacidos en 2001 y 2002 y la experiencia nos sorprendió gratamente. El objetivo era empezar a conocerlos y que ellos también empiecen a conocer como es el formato de una concentración/seleccionado y de a poco empezar a generar buenos hábitos, que no quiere decir que no los tengan. La idea es desarrollar hábitos técnicos que seguramente ellos ya trabajan en los centros de de rugby de cada provincia pero en este tipo de concentraciones no solo nosotros los conocemos sino que ellos viven en carne propia como se trabaja en una concentración nacional y a futuro, ojalá, en un seleccionado”.
Respecto a los cambios que se produjeron en la estructura de la UAR en los últimos tiempos, Pellicena fue claro: “Siempre cuando hay cambios de personas hay cambios en la forma de trabajar y está muy bueno. Se refrescan ideas. La llegada de Mario (Ledesma) ha generado cambios en la forma de trabajar, en el método y en donde hacer foco. Y con la llegada de Pancho (Francisco Rubio) hubo un reordenamiento en toda la estructura, principalmente en el Pladar y los juveniles. Lo veo como algo positivo y siempre que hay cambios uno se ajusta. Todo está muy hablado y consensuado, no hay imposiciones. Este es un proceso de construcción, año tras año, y no podemos decir que todo lo anterior fue malo y ahora es todo lo mejor, es todo aprendizaje y las cosas que se venían haciendo bien se siguen repitiendo, otras se ajustaron y las personas que se van sumando van aportando lo suyo”.
Aunque sus últimas actividades fueron con jugadores de hasta 18 años, uno de los objetivos de Los Pumitas es el Mundial M20 del año que viene que se jugará en nuestro país: “El del M20 es un proceso paralelo al de M18, cuando no tenemos concentraciones los chicos siguen entrenando en los Centros de Rugby y nosotros, los entrenadores, tratamos de acercarnos a ellos. En octubre y noviembre tendremos un par de concentraciones y ya el que viene empezamos el proceso ajustado hacia el Mundial 2019 que se va a jugar en Rosario y Santa Fe, y para el que ya tenemos fechas para los partidos de la zona que van a ser los días 4, 8 y 12 de junio”.
Sobre la importancia del resultado en los seleccionados juveniles fue claro: “Como siempre decimos, y ahora tenemos frescos los triunfos de Los Pumas, el resultado siempre empuja, contribuye y ayuda. ¿Es importante? Si ¿Es lo único importante? No, y mucho menos a estas edades. El objetivo es lograr que cuando termine un Mundial juvenil podamos hablar con el entrenador, en este caso con Mario Ledesma, o Gonzalo Quesada en Jaguares o los entrenadores de Argentina XV y decirles ‘acá tenés estos jugadores que están al nivel de la alta competencia’. Me parece que en nuestra función el punto está ahí, formar jugadores y personas para un nivel superior. Obviamente que ser campeón del mundo debe estar muy bueno, ¿a quien no le gustaría?. Pero ojo que el Mundial juvenil es una competencia muy dura, con muchos partidos en muy pocos días y no quiere decir que si vos salís campeón automáticamente tenés 28 jugadores para entregarle al seleccionado mayor. Sin olvidar el resultado, que es importante, nuestro objetivo es formar jugadores y personas para el alto nivel. En ese sentido el último Mundial fue muy bueno, de hecho Mateo Carreras estuvo en el Mundial de seven apenas volvimos, Santiago Carreras entrenó con Los Pumas y jugó en Argentina XV, los pilares, Santiago Grondona, Lucas Paulos, hay muchos jugadores de esta camada y me parece que el punto está ahí”
Finalmente, Pellicena destacó la importancia de la futura Liga Sudamericana que se iniciaría en 2020: “Lamentablemente hay muchos jugadores que una vez terminada la etapa de M20 quedan en una zona intermedia que tiene poca competencia. Todo indica que a partir de 2020 habrá una competencia estable, a nivel continental, donde cada país de Sudamérica va a tener franquicias que van a ser un espacio muy interesante para que estos chicos no tengan que irse a jugar afuera, a equipos de tercer o cuarto nivel y por algo de plata. Que ellos sepan que pueden quedarse en Argentina, no solo para mejorar como jugadores sino con un lugar en el cual poder competir”.
Gentileza – Juan Pablo García
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